En la entrada del Instituto de Medicina Legal de Barranquilla, y sin parar de llorar, Teresa Ortega García, madre de la niña de 13 años que perdió la vida al caer al vacío de una baranda del estadio Metropolitano de Barranquilla, narró el dolor que le deja su partida.
'Era una niña feliz, amada, muy querida por todos. Esto no se lo deseo a nadie, era la luz de mis ojos y pilar, todo los días le decía que la amaba', dijo su madre entre voz cortada.
Según la progenitora, la menor había asistido al puesto de vacunación a colocarse la segunda dosis y pasados unos minutos 'le entró un mareo', por lo que decidió recostarse de la baranda de la que minutos después cayó.