Cuatro meses sin poder escuchar a su progenitora. Eso llevaba el soldado Boris de la Vega Andrade, quien actualmente presta el servicio militar en el Batallón de Infantería número 19 Joaquín Paris, en San José del Guaviare, sin establecer ningún tipo de contacto con su familia, en Soledad, Atlántico.
El uniformado se encuentra en una zona en donde las condiciones del terreno y la lejanía lo obligaron a perder la comunicación con sus allegados, debido a que, generalmente, allá no funcionan los operadores de telefonía móvil.
Sin embargo, después de una labor que incluyó el uso de un radio de comunicaciones de alta frecuencia y dos teléfonos móviles, el joven militar pudo hablar con su mamá, Martha Andrade, residente en el municipio del área metropolitana de Barranquilla.