Vendettas, ajustes de cuentas y otros males más.
Las ‘cuentas’ entre la muerte y los Daza han cobrado varias vidas desde hace algunos años.
El registro de los crímenes que han tocado la puerta de la familia guajira hace parte de la historia de la crónica judicial de la Costa.
De acuerdo con las investigaciones, la racha de atentados a bala comenzó en el 2003 con un asesinato en Soledad.
Esa vez, la víctima fue Luis Eduardo Daza Amaya, hallado muerto en la urbanización Los Cusules.