Demesio Antonio Padilla Griego, de 55 años, permaneció feliz todo el día domingo, pues celebró los Carnavales junto a sus familiares más cercanos; sin embargo, en horas de la noche nadie supo más de él, lo cual fue extraño, ya que el hombre no acostumbraba a desaparecer de esa manera. Las horas pasaron y en la mañana del lunes apareció. Lamentablemente no de la manera que sus allegados esperaban. Permanecía sin vida dentro del Caño de la Auyama.