Solo basta que el cielo se nuble en Barranquilla y caigan pocas gotas de lluvia para que jóvenes pandilleros azoten a varios sectores del suroccidente de la ciudad. La comunidad, tenderos, transportadores, estudiantes, residentes, todos se encuentran en la misma zozobra que provoca el enfrentamiento entre varios grupos o bandas que utilizan desde piedras y palos, hasta armas blancas y de fuego. Las autoridades, a pesar de realizar labores de control, no han logrado erradicar el problema de raíz. Siempre que llueve es la misma historia.
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En varios barrios y sectores, los habitantes afirman que la situación los afecta cada vez más e inclusive en muchas ocasiones son jóvenes o pandillas que residen en otros puntos de la ciudad y se enfrentan en un barrio en específico.
Un comerciante que cuenta con un almacén a pocos pasos del puente peatonal que divide a El Pueblito con La Pradera contó que en ese punto de la ciudad se enfrentan jóvenes que vienen de otros barrios como La Paz. 'Acá vienen a pelados que ni son de por acá. Vienen de los barrios La Paz y Los Olivos a tirarse piedras cuando cae el aguacero. Salen de todos lados, parece que se multiplicaran', aseguró.
Sin embargo, ese no es el caso del sector de Las Gardenias, donde la comunidad se encuentra en una zozobra constante porque los enfrentamientos se producen dentro de la misma urbanización, pues son jóvenes residentes en distintas torres que se enfrentan allí, afectando la tranquilidad y convivencia de los habitantes de este sector que han quedado en medio de fuertes peleas y riñas entre bandas.
