Un ciudadano, quien realizaba compras cotidianas en un establecimiento comercial de la ciudad de Cartagena, cuando fue apagar a través de una transferencia no pudo realizar dicho movimiento debido a que su cuenta estaba en ceros. Preocupado por esto, el hombre llamó al banco y un funcionario atendió a su solicitud, quedando desconcertado este por no hallar explicación alguna, a que la cuenta estaba sin saldo.