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Hoy día la tristeza no solo invade a una familia, sino a toda una institución, pues cinco impactos de bala acabaron con la sonrisa, los sueños, la pasión y la vida de David Ortega Molina, de 12 años, cuando este se encontraba en la terraza de su vivienda en el barrio Prado Soledad, el pasado sábado en horas de la mañana.