Este lunes festivo fueron identificados los cadáveres tiroteados del hombre y la mujer hallados en la mañana del domingo anterior en diferentes trochas del municipio de Baranoa, en el centro del departamento del Atlántico.
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La primera en ser identificada fue la joven de 18 años de edad, quien respondía al nombre de Enelvia Rosa Altamar Rangel, residente en el municipio de Santo Tomás y madre de un pequeño niño.
Ella vivía con sus familiares en el barrio 20 de Julio de la población tomasina y, según testimonios de redes sociales, a la joven la asociaban como barrista del Junior de Barranquilla.
Cabe recordar que su cuerpo fue encontrado por pobladores en la trocha La Tomatera, la cual conduce al corregimiento de Sibarco.
Allí, en medio del camino, yacía tendido en la arena el cuerpo sin vida de la mujer que vestía un pantalón fucsia y una blusa de color amarillo. Junto a este había un morral.
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Al parecer, Enelvia Rosa había estado compartiendo entre el viernes y el sábado anterior con allegados, en una vivienda de Malambo, y de allí desapareció. Ese día, aparentemente, estuvo acompañada de un individuo, desconocido para sus familiares, pero luego se manejó la versión de que podía ser la misma persona que fue hallada muerta ese mismo domingo en otra trocha del municipio de Baranoa.
Este hombre fue identificado como Edgardo Pereira, de 18 años, y su cuerpo fue hallado en la trocha Las Américas, camino hacia la vereda Las Palmitas. El cadáver, con un impacto de bala en la cabeza, fue visto una hora después de encontrado el cadáver de Altamar Rangel.
De manera preliminar se ventiló que el joven residía en el barrio La Sierrita, en el suroccidente de Barranquilla.
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Posterior a la identificación de los cadáveres la Policía del Atlántico, en especial miembros de la Sijín, tratan de establecer los móviles de este hecho de sangre que ha resultado extraño para los habitantes del municipio de Baranoa.
Este medio conoció que no se descarta la hipótesis de un posible caso de feminicidio y el posterior suicidio del joven.
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Pero también existen versiones que podrían vincular a terceros en ese hecho de sangre, y que la pareja de jóvenes haya sido víctima de un intento de atraco por parte de habitantes de la zona.
Uno de los interrogantes que deben despejar los investigadores es cómo llegaron los cuerpos de los jóvenes hasta los lugares donde fueron encontrados por pobladores.
Ayer, miembros del grupo de Investigación criminalística de la Sijín se volvieron a desplazar hasta la zona para adelantar una nueva recolección de material probatorio que permitirá esclarecer estos crímenes. “La investigación arrojará los resultados para indicar si se trata de un mismo caso o casos aislados”, se informó.