Por Donald Santis Zúñiga
Son 21 los días los que Ebeline Paola Mena Castillo, de 43 años y oriunda de Riohacha, La Guajira, ha luchado contra intensos dolores, fiebres y otros malestares, tras ser víctima de un ataque con agua hirviendo, según ella, en medio de un pleito con una vecina de 19 años de edad.
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La mujer narró para EL HERALDO que la agresión sucedió el pasado miércoles 12 de junio en la carrera 29C con calle 30, en el barrio Villa San Pablo, en localidad Suroccidente de Barranquilla. Pero detalló que la discusión con sus vecinos son desde hace algún tiempo.
Mena Castillo se había dirigido por la tarde de ese día hasta el domicilio de su vecina para pedirle a ella o algún miembro de su familia que recogieran las heces que una de sus mascotas había dejado en la terraza de su propiedad.
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Aparentemente días antes había existido un primer reclamo y se habría llegado a un acuerdo entre ambas partes, pero, con el paso de los días, la situación volvió presentarse ese día 12 y la afectada regresó a la casa de la propietaria de los animales para pedirle que cumpliera con lo pactado.
“La vecina tiene varios perros y todos los días vienen hacer sus necesidades en mi casa. Yo fui a comentarle la situación, a decirle lo que pasaba con su perro aquí en mi casa, de manera amable”, expresó la mujer.
Sin embargo, reconoció que lo que desencadenó la situación ese día fue cuando acudió al domicilio de la agresora con los excrementos de los animales y, tal acción, derivó en el ataque con el agua hirviendo.
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“El perro volvió nuevamente a hacer sus necesidades en mi vivienda. Yo les pedí que por favor las recogieran. A lo que se negaron. Es ahí cuando yo le digo que le daré cinco minutos para que lo recoja, porque si no yo se lo traeré a su hogar”, recordó Mena Castillo.
Seguidamente dijo que “pasaron más de 15 minutos y veo que el excremento sigue ahí. Lo recojo y se lo echo en su casa. En ese momento sale su hermano y forcejea conmigo. Cuando ya el me suelta, yo veo que viene ella hacia donde mí, y pensé que me iba a echar agua fría. Yo siento en mi cuerpo un ardor, y me doy cuenta que lo que me tiró fue agua caliente”, agregó.
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Luego del hecho, con un ardor en el cuerpo, la víctima señaló que decidió ir por sus propios medios a un centro asistencial.
“Fui de inmediato a la clínica Santa Mónica. Sufrí quemaduras en el brazo derecho, los senos, hombros”, añadió.
Este suceso le generó a la mujer múltiples quemaduras de segundo y tercer grado, las cuales terminaron por infectarse porque aparentemente el líquido que le echaron era producto de un pollo hervido.
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Por tal razón, Mena Castillo ha tenido que usar antibióticos, aparte de las cremas para las quemaduras, todos costeados de su bolsillo.
Ante eso, la mujer exige que la supuesta agresora “pague por daños y perjuicios”.
Finalizó con que el caso fue denunciado ante la URI de la Fiscalía por el delito de lesiones personales y que espera que la agresora sea detenida.
