En Barranquilla, entre la ciénaga de Mallorquín y el río Magdalena, se encuentra Puerto Mocho, una playa turística conocida no solo por su belleza, sino también por una historia macabra que ha perdurado en la memoria colectiva de sus habitantes.
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Este lugar, habitado en su mayoría por pescadores, esconde los oscuros recuerdos de un crimen que conmocionó a la ciudad en 1974: el asesinato del comerciante Milton Sarmiento.
La historia comienza el 16 de agosto de 1974, cuando el cuerpo de Milton Sarmiento, un comerciante de 42 años, fue encontrado descabezado en las aguas de Puerto Mocho.
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Sarmiento, originario de Santander, era conocido por su trabajo en la venta de joyas y piedras preciosas.
Diez días antes, había llegado a Barranquilla para hospedarse en el Hotel Suiza, en la calle San Blas (hoy calle 35), sin saber que un grupo de personas seguía cada uno de sus movimientos.
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