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Gritos de desespero, susto y un tremendo caos dejó en la mañana de este sábado 27 de julio un aparatoso accidente de tránsito que se registró entre los barrios Villa del Rosario y Altos del Rubí, en la localidad Suroccidente de Barranquilla, cuando un bus de servicio especial se descolgó por una pendiente y chocó una hilera de automotores que estaban parqueados a un costado de la vía. Pero además se subió a un andén y derribó techos de algunas propiedades.

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Testigos dijeron que el conductor del pesado vehículo habría aducido que todo derivó de una falla mecánica, asociada a los frenos, y por eso se fue contra los carros parqueados.

El bus, aparentemente, transportaba al menos 40 adultos mayores que retornaban a sus casas luego de una actividad en el Malecón del Río. Algunos resultaron con heridas leves y debieron ser auxiliados por los vecinos de la zona, según la versión de las personas.

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Juvenal Barros, presente en el sector de los hechos, relató que el caso se presentó entre 9:20 y 9:30 de la mañana, y que se alertó cuando el bus chocó al primer vehículo.

“Escuchamos los gritos y veo que el carro (bus) viene haciendo desastre desde allá arriba (parte alta de la pendiente), viene sin frenos. Se estrelló como con tres carros. Aquí en la puerta del negocio se montó en el andén, desarmó techo de los locales. Luego, gracias a Dios, alcanzó a frenar con una camioneta que estaba aquí parqueada de un vecino”, detalló el hombre.

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Sobre los pasajeros, el vecino del sector expresó que “hubo varios heridos, pero gracias a Dios heridos leves. Vi a una señora que estaba como partida de la cabeza. Otros tenían golpes en las piernas y eso. Se fueron en ambulancia como cuatro o cinco adultos mayores”, añadió.

Y aseguró que la misma comunidad ayudó a bajar a los ancianos del bus.

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Por otro lado, Xilena Rodríguez Sarmiento, otra vecina del sector, señaló que su vehículo Renault Logan, de placas DTS-664, fue uno de los afectados por la colisión del bus.

Reveló que minutos antes del hecho había decidido salir en su carro a hacer unas diligencias, pero se devolvió a la casa a cambiarse los zapatos, por lo que se salvó de resultar lesionada.

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“Yo me iba a subir apenas al vehículo. Me detiene una llamada de mi hermana para decirme que solamente vaya a buscar el boletín de su niño al colegio. Y yo le dije, bueno, me voy a cambiar los zapatos. Cuando subo a cambiarme los zapatos siento el estropicio. Me salvé de milagro”, reconoció.