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En unas 48 horas ha dado un giro de 180 grados la vida de la Joven Simoney María Lujano Risco, de 19 años de edad y de origen venezolano, específicamente de la ciudad de Cabimas, perteneciente al Estado de Zulia y en la costa este del lago de Maracaibo. Una urbe similar a Barranquilla, al menos en lo caluroso de su clima y por la abundante humedad.

Ella fue la joven que se capturó el lunes 16 de septiembre cuando viajaba como parrillera en una motocicleta conducida por un joven llamado Eduardo Enrique Correa Barros, de 25 años, también detenido, luego de que se enfrentaran a tiros con agentes de la Policía en la convulsionada localidad Suroriente de Barranquilla. Los dos fueron señalados de acribillar a Miguel Ángel Barrera Orozco, de 32 años, quien permanecía sentado en la terraza de una tienda.

Toda esa acción criminal quedó expuesta en un video de la cámara de seguridad del negocio donde estaba Barrera Orozco.

Testigos dijeron que la joven fue quien disparó contra la humanidad del hombre, pero otros detallaron que ella fue la que le pasó el arma de fuego a Correa Barros y este, casi en un acto de malabarismo, disparó con la mano derecha mientras con la izquierda agarraba el clutch de la moto para que no se le apagara.

A Simoney María, agentes le envolvieron las manos con bolsas de papel y se las fijaron con cinta pegante, con el fin de no perder posibles rastros de pólvora. Así fue presentada por los uniformados ante la URI de la Fiscalía, luego de ser señalada de segar la vida de Barrera Orozco.

Según la autoridad, la idea de mantener envueltas las manos de la detenida era para cotejar los restos de pólvora o tejidos en las uñas y en los dedos, ante un eventual uso de un arma de fuego.

Además, a la sospechosa se le halló en su poder una pistola marca CZ 75, de fabricación checa y calibre 9 milímetros.

Entretanto, a su cómplice, con anotaciones judiciales por los delitos de homicidio, de febrero de 2021; porte ilegal de arma de enero de 2021, y dos por el delito de hurto de abril de 2018, se lo llevaron herido a un centro asistencial. Un agente le dio en una pierna, en el intercambio de disparos.

El martes 17, un fiscal de homicidios de la Seccional Atlántico de la Fiscalía presentó a Simoney ante el Juez 15 Penal Municipal con Funciones de Control de Garantías de Barranquilla, quien legalizó su procedimiento de captura y el de su cómplice Eduardo Enrique Correa Barros.

¿Nikita? ¿Rosario Tijeras?

En audiencia preliminar de solicitud de legalización de captura se identificaron a los sospechosos, como autores materiales del crimen de Miguel Ángel Barrera Orozco.

Pero además se dejaron entrever los posibles móviles de este atentado, asociado a las vendettas entre ‘los Costeños’ y ‘los Papalópez’ por el dominio criminal del suroriente. Al parecer, la víctima era afín a ‘los Papalópez’ y los victimarios actuaban por orden de ‘los Costeños’.

Aparte, sobre la joven, este medio conoció que se investigaría su posible participación en otros hechos de sangre cometidos en Barranquilla y su área metropolitana. Uno de estos sería el crimen de Stiven Fidel Avendaño Herrera, conocido como ‘Steven Rebolito’, un hombre asesinado el pasado viernes 13 de septiembre en cercanías del bulevar de Simón Bolívar.

Y otro caso sería el de Fabián Andrés Coronado Benítez, de 23 años, joven asesinado en la noche del viernes 16 de agosto en el barrio Rebolo.

Pero más allá, la joven también estaría involucrada en ataques a bala intimidatorios por extorsiones en el Barrio Abajo, en hechos ocurridos a mediados del pasado mes de agosto.

Para investigadores sería la misma Lujano Risco la que aparece en un video disparando frente a un negocio de comidas de la carrera 55 con calle 47, en el sector en mención. Incluso, se nota el uso de una ropa y calzado similar con la que se detuvo el lunes anterior. Esa sería una de las pistas que siguen las autoridades, como si se tratara de una especie de hábito o ritual usado por la joven para evitar ser atrapada. Aparentemente siguiendo un patrón como el de los sicarios: llegan, disparan y desaparecen.

En redes sociales como Facebook, Simoney María tiene más de 4.000 amigos, en su descripción hay frases como “te amo hijo” y “sin mente”, dice estar “soltera” y en sus historias publica videos cantando reguetón. Ahí no tiene el mismo rostro de niña asustada que apareció en una reciente foto de reseña policial.

Luego de pasar por una primera audiencia ante un juez a la joven Simoney le surgió el remoquete de ‘Nikita’, un nombre de origen ruso que desde años atrás se asocia a mujeres implicadas en el crimen, pero por series televisivas de los 90′s. Pero también le dicen ahora ‘Rosario Tijeras’, como el personaje de la novena del escritor paisa Jorge Franco que es una mujer sin edad que, siendo una niña, ingresó a la terrible escena del sicariato.

En una dependencia policial, la joven continúa a la espera de las otras dos audiencias preliminares.