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En manos de agentes del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía General de la Nación ya se encuentra el caso de la joven Georgina Johana Mendoza Montiel, quien cayó de un bus en movimiento cuando, el pasado 12 de septiembre, se disponía a trasladarse hasta el centro de Barranquilla.

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La muerte de esta joven, de solo 19 años y en estado de embarazo, fue confirmada en horas de la mañana de este sábado 5 de septiembre por galenos de turno en el Camino Adelita de Char, ubicado en Barranquilla. Mismo centro asistencial donde nació prematuramente y falleció a las pocas horas del siniestro vial Milagros De Jesús, la pequeña que solo llevaba siete meses de gestación.

En primera instancia, el teniente coronel Julio Alexander Olaya Vargas, ex jefe de la Seccional de Tránsito y Transportes de la Policía Metropolitana de Barranquilla, confirmó en el momento de los hechos que se le realizó un comparendo a la empresa Coolitoral. Este se justificó en que el automotor involucrado tenía la puerta trasera abierta mientras estaba en movimiento, algo contrario a la ley.

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“Al vehículo se le realizó un comparendo, pues la norma indica que este tipo de buses deben transitar con las dos puertas cerradas. Solo pueden abrirlas cuando esté estacionado”, afirmó Olaya Vargas agregando que el conductor del vehículo no estaba en estado de embriaguez al momento del accidente.

Sin embargo, y tras el deceso tanto de la madre como la bebé que venía en camino, estas pesquisas fueron entregadas a la Fiscalía General, cuyo objetivo será determinar las verdaderas razones que propiciaron el infortunio y aplicar los correctivos que sean necesarios. Por ende, al momento se analizan otros factores adicionales a que el bus de servicio público tuviese la puerta trasera abierta.

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EL HERALDO intentó comunicarse con algunos familiares de Georgina Johana Mendoza Montiel; no obstante, no se ha logrado respuesta, por el momento.

Lo que sí pudo verificar esta casa editorial es que la mujer embarazada tenía un tiempo de estar residiendo en Bogotá. Un par de días antes del accidente voló hacia la capital del Atlántico para estar cerca de su pareja, morador en el barrio Las Flores, teniendo en cuenta que faltaba muy poco tiempo para el parto.

En ese momento en el que cae del bus de servicio público en movimiento aspiraba a llegar hasta el centro de Barranquilla, lugar en el que compraría algunas cosas necesarias antes del nacimiento de su pequeña Milagros.