Hay alerta en las autoridades policiales y civiles del departamento del Atlántico por la preocupante cifra de homicidios que se registró entre el lunes 7 de octubre y la tarde de este martes. Fueron nueve las personas que perdieron la vida tras ser víctimas de distintos ataques a bala, la mayoría de ellos en el municipio de Soledad.
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El hilo de muerte se inició a las 7:30 de la noche del lunes, cuando agentes del Departamento de Policía del Atlántico fueron alertados sobre el hallazgo de una persona sin vida en inmediaciones del municipio de Santo Tomás.
El cuerpo de la víctima, identificada posteriormente como Juan David Alarcón Guzmán, de 20 años, fue abandonado en plena entrada de una trocha que conduce al sector de Las Mercedes, zona rural de la municipalidad mencionada y kilómetro 7 de la vía que lleva hacia Polonuevo.
Mientras el tráfico aún se paralizaba en dicho sitio por el acordonamiento de la zona, se desató el terror una hora después en el municipio de Malambo. Allí sujetos armados le quitaron la vida a un joven de 23 años mientras asistía a una celebración de cumpleaños que se desarrollaba en la calle 16 con la carrera 1 Sur, barrio La Milagrosa.
Edwin Junior Meza Valencia quedó sentado en la silla en la que estaba luego de ser acribillado por sus atacantes. Fueron muchos los vecinos que salieron de sus domicilios y se quedaron rodeando la casa en la que peritos de la Fiscalía adelantaron la inspección del cadáver.
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Casi que en simultaneo a ambos episodios, en la Clínica Campbell de Malambo se dio el fallecimiento de Franky Jair Ávila, quien fue dejado en el centro hospitalario por un motociclista, del cual se desconoce su identidad.
El transportador solo afirmó haberlo encontrado en la vía que conduce a Caracolí, por lo que accedió a intentar salvarle la vida, algo que fue imposible a causa de la gravedad de las heridas.
Nuevo día
A la 1:30 de la mañana de este martes, en las instalaciones del Hospital Universidad del Norte, médicos confirmaron que Leonardo José Arnedo Blanco, de 28 años de edad, ya no tenía signos vitales.
De acuerdo con los reportes iniciales de la Policía Metropolitana, el fallecido habría sido víctima de un atentado a bala cuando se encontraba en un puesto de comidas rápidas, localizado en el municipio de Soledad.
Se cree preliminarmente que allí fue abordado por un hombre que caminaba de forma sospechosa por el sector.
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Versiones no oficiales apuntan a que el caso podría obedecer a supuestas extorsiones contra el puesto de comidas rápidas, no obstante esta información está siendo investigada por personal adscrito a la Sijín para determinar su autenticidad.
A su vez, la Policía judicial también intenta recolectar todas las pruebas posibles que puedan ayudar con el esclarecimiento del asesinato de Yeison Antonio Cabrera Díaz, de 42 años, ocurrido en la misma madrugada de este martes. Esto según pudo conocer este medio, aunque las autoridades no hayan entregado muchos detalles.
Las balas en esta ocasión fueron perpetradas en una esquina del barrio Villa Merly, en Soledad, según el relato de allegados. Al parecer, fueron los vecinos los encargados de alertar a sus familiares sobre lo sucedido. “Escuchamos las detonaciones, pero no salimos a mirar”, declararon a medios en Medicina Legal.
Estas muertes se unen a las de Yeison Enrique Anton Pérez, de 29 años, y Dirson David Rebolledo Vargas, de 31 años, quienes fueron interceptados por desconocidos en el barrio Santa María, de Barranquilla, y Ciudad Salitre, de Soledad, respectivamente.
El primero estaba en el interior de su vivienda cuando fue blanco de los disparos, mientras que el segundo fue baleado y abandonado en un reconocido basurero de la transversal 2 con calle 67B.
Esto sin mencionar otro cadáver que fue reportado a la altura del barrio soledeño de Normandía, más exactamente sobre la vía El Platanal. Pese a que el caso es materia de estudio, la identidad del hoy occiso no se ha dado a conocer.
Finalmente, la última víctima fatal fue baleada en la urbanización Las Gardenias. Andy De Jesús Vanega, de 25 años, caminaba por los alrededores de la torre 4, localizada en el conjunto 11, cuando criminales acabaron con su andar.
Familiares y amigos lamentaron su muerte por las redes sociales y vecinos del complejo habitacional reiteraron la urgencia de una intervención por parte de la Policía.
