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Desde el pasado lunes 14 de octubre, hay una indagación en curso por los hechos en los que resultó muerto un menor de 15 años de edad en cercanías al municipio de Luruaco, Atlántico, luego de que este fuese trasladado hasta el hospital municipal con signos de ahorcamiento.

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La denuncia a los uniformados llegó a eso de las 4:00 de la tarde y, según se contempla en los reportes preliminares, los hechos se presentaron más puntualmente en el barrio La Mojana, del corregimiento de Arroyo de Piedra, jurisdicción de la municipalidad referenciada.

Con el paso de las horas, y gracias a los testimonios recolectados, las autoridades lograron determinar que este estudiante de sexto de bachillerato habría tomado la fatal de decisión de quitarse la vida; uniéndose a una la larga lista de personas que, en el presente año, han tenido las mismas intenciones.

En esa línea, el Laboratorio de Gobierno de la Universidad de La Sabana (GovLab) recopiló las tasas de suicidio en Atlántico y el resto del país en lo corrido de este año, según los datos oficiales de Medicina Legal.

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En el Departamento, las cifras de suicidios en el periodo de enero a julio del 2024 y del 2023 presentaron una leve disminución. Este año se han presentado 43 suicidios y para el mismo periodo del año anterior se registraban 46. En ambos lapsos de tiempo las razones que motivaron estos hechos fueron principalmente la salud mental y las causas económicas.

Además, en Barranquilla prevalecieron los casos de hombres que se quitan la vida. Para el año 2023, la incidencia de casos de hombres fue del 83.72 % y en lo que va del 2024 es de 85.7 %, siendo viernes y domingos los días en los que más se presentan estos episodios.

A nivel nacional, el número de suicidios en el periodo de enero a julio del 2024 fue de 1677. Casi que 159 muertes menos que las registradas en el calendario anterior, donde hubo un total de 1836. En otras palabras, se habla de una disminución del 8.66 % con respecto al período anterior.

Más datos

El Laboratorio de Gobierno de la Universidad de La Sabana pudo encontrar que los hombres son los más propensos a quitarse la vida, registrando un 78.62 % de los casos reportados. Las razones pueden ir desde la salud mental, pasando por decepciones amorosas hasta dificultades económicas o abuso de sustancias.

De la misma manera, los investigadores determinaron que los hombres suelen usar métodos más definitivos para quitarse la vida. En cuanto a los suicidios de mujeres, el método más empleado suele ser a través de sustancias tóxicas.

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“En el mapa interactivo creado por el GovLab es posible agrupar la población acorde a características como: género, edad, motivo aparente, entre otros. Los datos son importantes ya que el monitoreo permite a los expertos identificar poblaciones vulnerables en las que se deben implementar campañas de prevención y acción”, se puede leer en un comunicado.

Acorde con ello, las edades más propensas para cometer suicidio están entre los 20 y 25 años a nivel nacional. En hombres las edades son entre 20-24 años y 25-29 años; mientras que en mujeres la prevalencia es de los 20-24, seguido por aquellas entre los 15-17 años. También se encontró que 2.283 de los casos corresponden a personas solteras y 1.181 a individuos en unión libre.

Otra voz

Más allá de las cifras, los protagonistas del estudio también intentaron analizar las razones que llevan a estas personas a querer quitarse la vida, así como aquellas posturas en la sociedad para evitar este tipo de decisiones.

Yahira Guzmán, psiquiatra y docente de la Universidad de La Sabana, explicó que “no necesariamente una persona que atenta contra su vida debe tener un diagnóstico de salud mental. Esas conductas se pueden presentar porque se juntan muchos factores de alerta; por ejemplo, si una persona tiene circunstancias externas y llega un evento concreto que funciona como detonante —una ruptura amorosa, pérdida económica, desastre natural, etc.— puede presentar ideación o conducta suicida”.

De hecho, como ya se mencionó en la información obtenida por el GovLab, los tres motivos aparentes más comunes son enfermedades de salud mental, desamor y conflictos con pareja o expareja.

La medianoche del domingo aparece como el momento en el que más personas se quitan la vida. Para los menores de edad, los suicidios son más comunes los lunes. En otras palabras, la tendencia indica que los casos aumentan a medida que se acerca el fin de semana, disminuyendo después.

“Es importante nunca restar importancia a una persona que tiene ese tipo de conducta. Si dice que se quiere morir o que no quiere seguir viviendo siempre debemos considerarlo como un riesgo. Muchas personas una vez han contado que se quieren morir, ejecutan algún plan y pueden terminar haciéndolo, entonces ese primer contacto es la clave para poder ayudar a que alguien se entere de lo que está pasando para así brindarle una atención adecuada”, complementó la experta.

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Juan Camilo Restrepo, PhD en Psicología Clínica e investigador de la Universidad de La Sabana, también sostuvo que “una de las variables predictoras más importantes para las ideas suicidas es que algunas personas no ven salida a los problemas. Por ejemplo, una persona con una enfermedad crónica o aquella que cree que no hay esperanza”.

Si bien no existe una señal contundente de que alguien podría intentar quitarse la vida, cuando intuimos que una persona puede estar en una situación agobiante y presenta sentimiento de desesperanza, “lo mejor que podemos hacer es preguntar directamente: ‘¿Sientes que esta situación tiene solución o salida?,” asegura Restrepo.

El investigador finalizó diciendo que otras variables que se han asociado a las conductas suicidas son rasgos de personalidad impulsivos o niveles altos de ansiedad y malestar. En muchas ocasiones no se trata de no vivir más, sino de la desesperación por atenuar el sufrimiento que están atravesando.