Se ha presentado un interesante giro en los casos de dos homicidios acontecidos en el Atlántico durante el fin de semana, con apenas algunas horas de diferencia, en la ciudad de Barranquilla y el municipio de Polonuevo, que tendría a las autoridades generando nuevas teorías.
De un lado, la noche del viernes 18 de octubre, un caso de sicariato se presentó en Barranquilla, la víctima fue un comerciante en las calles del barrio Santa María, en el suroccidente de la ciudad, identificado como Ángel Fabián Avellaneda Negrete, de 36 años y que era conocido con el apodo de ‘el Mello’, de profesión comerciante.
Según los primeros relatos, el homicidio fue perpetrado en horas de la noche por desconocidos que en dos oportunidades dispararon contra la humanidad del hoy occiso, mientras estaba en la calle 91 con carrera 9E.
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Luego, en hechos sin aparente conexión, un hombre identificado como Emir Rafael Gómez Melo, de 32 años, fue asesinado la tarde del domingo 20 de octubre, mientras departía con unos amigos en el municipio de Polonuevo, en el barrio Camilo Torres, que vivía de ser prestadiario.
En un primer vistazo, lo único en común fue la modalidad de sicariato para acabar con sus vidas. Es decir, desconocidos los abordaron en una motocicleta y dispararon contra ellos, matándolos en el sitio, para luego emprender la huida con rumbo sin establecer.
Pero pronto, comenzaron a aparecer bajo la lupa los lugares comunes. Ambos sujetos, Avellaneda Negrete y Gómez Melo, hicieron parte de la investigación por el homicidio en el año 2020 de una comerciante en el municipio de Baranoa, identificada como Madeleine Montes Castillo, de 48 años.
Según las informaciones que le han surgido a las autoridades en últimas horas, y que en su momento fueron las versiones de los móviles del cruento homicidio por sicarios de la mujer, Madeleine denunció que en los establecimientos próximos a su negocio habría expendio de estupefacientes, causando la incomodidad en los dueños de los otros negocios, entre esos el conocido como ‘el Mello’.
Es así que, según lo expuesto en su momento por la Policía, que Ángel Fabián Avellaneda Negrete decidió armar un plan para el homicidio de la mujer y pagó 10 millones de pesos a los homicidas para ejecutarla.
En el mismo plan habría estado inmerso Emir Rafael Gómez Melo, a quién señala que coordinó con los sicarios encargados de ejecutar el homicidio el trasporte para el cumplimiento del encargo.
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Según la información recaudada, los dos hombres, hoy occisos, fueron capturados en su momento por la Policía, en diciembre del 2020, apenas semanas más tarde del homicidio de la mujer para que respondieran por dicho crimen.
Tras esto, la Policía no ha perdido el tiempo y comenzó una investigación para tratar de establecer si estos dos homicidios se deben a una venganza por lo sucedido con Medeleine, o por un ajuste de cuentas derivado de su pasado delictivo en común.Ambos fueron trasladados por la comunidad al Paso 20 de Julio, donde el hombre falleció producto de los impactos de bala en su cuerpo, mientras la mujer fue atendida por el personal de turno.
Sea como fuere, el esclarecimiento de estos hechos delictivos prometen dar muchas sorrpesas luego de la salida a la palestra de estos nuevos antecedentes.
