Esta vez fue Lolaya. En la madrugada de este miércoles 23 de octubre, se registró un intento de asalto en las instalaciones de la empresa de transporte público.
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De acuerdo a las versiones preliminares del caso, fueron varios hombres armados los que se acercaron a esta flota con la intención de llevarse un botín millonario.
EL HERALDO conoció gracias a la Policía Metropolitana de Barranquilla que estos delincuentes habrían sometido a los guardias de seguridad, sin embargo, trabajadores de la empresa se percataron rápidamente de lo que estaba sucediendo y cerraron las oficinas para evitar su entrada.
Con algo de desespero, y en su intento por no ser detectados por las autoridades policiales, los criminales optaron por sólo hurtar las pertenencias de los vigilantes y marcharse con rumbo desconocido.
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Agentes del cuadrante lideraron un breve operativo para ubicarlos, sin embargo no fue posible su captura.
Hasta el momento no hay reportes sobre lo asaltado. De la misma forma, se cree que no hubo personas heridas, ni decesos.
El panorama es preocupante debido a que hace sólo un par de semanas se registró un robo similar, siendo este a la también empresa de transporte público Transmecar.
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En ese entonces, fueron cuatro los delincuentes que el domingo 6 de octubre se infiltraron en estas oficinas, ubicadas en el municipio de Soledad. Todo el hecho delictivo quedó registrado en cámaras de seguridad instaladas en el lugar.
Uno de los criminales se adelantó y sacó su arma para reducir al único guardia de seguridad en el sitio, acto seguido ingresaron los otros tres ladrones, cada uno armado, para proceder al hurto de la sede.
Mientras se llevaba a cabo del robo, uno de los cuatro se quedó vigilando la entrada al sitio, mientras los demás tomaron una alta suma de dinero, que estaba en proceso de verificación por parte de las autoridades.
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Recordemos que este robo ocurre en el marco de varias intimidaciones que la empresa Lolaya habría recibido, esto con el fin de obligarlos a pagar una cuota extorsiva mensual a la estructura delincuencial del Clan del Golfo.
La Policía Metropolitana de Barranquilla investiga si ambas incursiones criminales tienen alguna relación entre sí.
