Eran pasadas las 3 de la madrugada del 5 de mayo de 2016 cuando Eduardo Pinto Viloria, de 34 años, fue asesinado a tiros en la casa donde residía con su entonces esposa Dayana Jassir en el barrio Cevillar, en la localidad Metropolitana de Barranquilla.
En ese momento las autoridades indicaron que la esposa del funcionario declaró a investigadores que salió de su vivienda sobre las 3:15 de la mañana, cuando fue recogida por un auto cuyo conductor, Johan Beltrán, estaba contratado por ella para sus continuos viajes al departamento de La Guajira.
Según se conoció, supuestamente tras varios minutos de recorrido, dos hombres que se desplazaban en un taxi interceptaron el carro en la vía Cordialidad (calle 47) entre carreras 10 y 9D, y obligaron al conductor a regresar a Jassir a la casa ubicada en la calle 46 con carrera 18, donde Pinto se había quedado.
“Según ella manifiesta, por un requerimiento de un supuesto dinero que ellos debían tener”, dijo el entonces general Gonzalo Londoño Portela, comandante de la Policía Metropolitana (Mebar).
La versión de ese momento señaló que los delincuentes exigieron al conductor que entrara con la mujer: “Empezaron a preguntar supuestamente dónde estaba una cifra de dinero y buscar en la casa”.
Cuando las autoridades recogieron el testimonio de Jassir, ella agregó que los asesinos la amarraron y amordazaron, y la dejaron en el primer piso del inmueble, de color blanco y con rejas en su exterior. Luego subieron con Pinto al segundo piso y, al poco tiempo, le dispararon a quemarropa. “Labores de vecindario indican que hubo dos o tres disparos”, señalaron las autoridades.
El móvil del crimen no estaba claro, las autoridades manejaban varias hipótesis y solo tenían la versión de Jassir. “No tenemos una sola hipótesis, tenemos varias, no nos podemos casar con ninguna. Lo que primero tenemos es lo que manifiesta la esposa, son sus declaraciones, es su vivencia; nosotros con los investigadores analizaremos todo en conjunto”, señalaron las autoridades.
La noticia del crimen de Pinto hizo eco en todo el país de manera instantánea. Tanto así que el entonces director de Medicina Legal, Carlos Valdés Moreno, se trasladó desde Bogotá a Barranquilla para atender el caso: “Nunca manifestó que tuviese amenazas, alguna preocupación. Esperamos que no sean los motivos su propio trabajo”, sostuvo el ex funcionario.
El giro de 180 grados del crimen de Eduardo Pinto
Luego de más de un mes, el 28 de junio de 2016, Dayana Jassir De la Hoz fue capturada hacia las 8:30 de la mañana por agentes de la Dijín, cuando llegaba a la sala del Centro de Servicios Judiciales para presenciar la tercera de las audiencias concentradas contra tres confesos coautores del crimen: Johan Beltrán Ulloque, Miguel González Reales y Jesús Gutiérrez Arrieta.
“Los elementos probatorios que hasta el momento se han recaudado hacen inferir que la señora Dayana, al parecer, tuvo que ver con los hechos”, dijo el entonces subcomandante de la Policía Metropolitana.
Las sospechas de la presunta participación de Jassir en la muerte de Pinto surgieron luego de que Jesús Gutiérrez, alias Chucho, entregó en su momento un detallado testimonio de cómo fue planeada y ejecutada la confabulación contra Pinto.
Al parecer, Beltrán le informó a alias Chucho, delante de Jassir, que ya la transportaba y le indagaba qué ruta tomar para que los interceptaran.
“La señora no mostraba ninguna inconformidad, de hecho, llegando a la vivienda manifiesta que si estamos seguros de lo que vamos a hacer, respondiéndole que no tenía de qué preocuparse, que ella ya sabía”, agregó ‘Chucho’ en referencia a la ex pareja de Eduardo Pinto.
Tales indicios testimoniales conllevaron al fiscal del caso a solicitarle a un juez que ordenara la captura de la esposa de Pinto como coautora de los delitos de concierto para delinquir y homicidio agravado, siendo señalada de ser la determinadora del crimen.
Ocho años de clamor de justicia
Desde el momento del crimen, familiares del ex director de Medicina Legal empezaron una intensa labor para pedir justicia por su muerte.
Durante uno de los plantones, Neibys Pinto, hermana de Pinto, manifestó en su momento que “se garantizan los derechos del delincuente pero no los de la víctima, cada vez que vengo a una de estas audiencias es como si mataran a mi hermano otra vez y ahora resulta que la van a dejar libre a ella, que dos de los implicados dicen que ella les ofreció dinero”.
Su madre Rebeca Viloria pidió durante todos estos años justicia y una condena en contra de Jassir, pero esto no ocurrió, según la determinación de la juez emitida este viernes 8 de noviembre.
Dayana Jassir, absuelta
En una audiencia, la togada no se acogió a los elementos materiales y la tesis aportada en el proceso por la Fiscalía General de la Nación, posición que siempre señaló a Jassir De la Hoz como supuesta determinadora del homicidio de su expareja.
La togada leyó en su decisión que “no se encontraron pruebas que vincularan a Dayana con el homicidio, y se descartaron hipótesis que relacionaban la muerte con negocios en los que el fallecido, Eduardo Pinto, estaba involucrado. Además, se mencionó que Pinto había estado enfrentando presiones laborales antes de su muerte y hubo confusiones sobre la naturaleza del crimen a través de rumores en los medios”.