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A través de una circular de búsqueda del Grupo de Desaparecidos del CTI de la Fiscalía se informó sobre la extraña pérdida de un comerciante llamado Gustavo Enrique Montenegro González, quien desde los primeros días del mes no ha sido visto por sus familiares, los cuales se encontraban de visita en la ciudad de Barranquilla.

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De acuerdo con la información que conoció este medio de comunicación en exclusiva, Montenegro González llegó —junto con su familia— proveniente de Santa Marta en la mañana del pasado sábado 2 de noviembre, en su camioneta marca BMW de color negro y de placas DDN-433.

La idea era pasar un fin de semana agradable, por lo cual optaron por dejar sus pertenencias en la vivienda de sus suegros ubicada en el barrio El Santuario, en la localidad Metropolitana de la capital del Atlántico.

Llegando las horas del mediodía, el hombre de 37 años tomó su vehículo con la excusa de ir a comprar unos pescados y no demorarse. Sin embargo, no volvió a tener comunicación ni con su esposa, ni con demás allegados. Por lo cual, estos optaron por radicar una petición de búsqueda ante la Fiscalía.

En la circular que llegó a EL HERALDO, se lee que Gustavo mide 1.70 metros de estatura aproximadamente, es de contextura robusta, piel trigueña, cabello corto negro, ojos pequeños de color café, nariz ancha, boca mediana, labios gruesos, barba abundante y tiene un lunar en su mejilla izquierda.

De la misma forma, al momento de su extravío, estaba vestido con una camisa de color verde claro, pantalón jean azul oscuro, zapatos de cuero mostaza, reloj marca invicta, cadena de oro, y anillo de matrimonio.

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Lo curioso es que la camioneta blindada habría sido abandonada en una zona de comercio ubicada en cercanías a la Intendencia Fluvial, a la altura de la carrera 46A con la calle 9A, por lo cual fue trasladada a un parqueadero por la Seccional de Tránsito y Transporte de la Policía. Mientras que, las investigaciones del caso fueron asumidas por el grupo Gaula de la misma institución armada.

Consultando distintas fuentes judiciales, este medio de comunicación conoció que la versión que se maneja hasta el momento es que Montenegro González se encontraba en un restaurante de la zona, al parecer, esperando a una persona que lo habría citado en dicho lugar.

De un momento a otro, por el río Magdalena hicieron presencia cuatro hombres armados que se transportaban en una embarcación a toda velocidad. Estos le pidieron a Gustavo Enrique que se montara en la misma. Inicialmente se negó y, tras ser apuntado con un arma, aceptó sus pretensiones.

El silencio prevaleció en los pocos testigos de los hechos. Sin embargo no se descarta que la pequeña embarcación haya tomado rumbo hacia jurisdicción del departamento del Magdalena.

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Las autoridades trabajan a toda marcha para esclarecer lo sucedido y dar con el paradero tanto de Gustavo Enrique Montenegro como de los supuestos responsables de su desaparición.

De la misma manera, indagan cuáles habrían sido los motivos de su aparente secuestro o si estos estarían relacionados con los oficios de Montenegro de comerciante en Santa Marta.