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Una nueva apuesta por una movilidad segura de los ciudadanos. La Secretaría de Tránsito y Seguridad Vial anunció la implementación de un nuevo modelo de seguridad vial en la carrera 42, el cual le apuesta a la adopción de medidas de prevención y protección para peatones y conductores.

Este nuevo modelo se aplica en una vía crítica de la ciudad, la carrera 42, en el tramo desde la calle 75 hasta la calle 84, llegando al sector colindante con los llamados ‘Toboganes’.

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En total, la intervención a este corredor es de 1,8 kilómetros, con el objetivo de “trabajar en la disminución del riesgo de siniestralidad vial”, según detalló la secretaria de Tránsito y Seguridad Vial, Eucaris Navarro Manzur.

De acuerdo con las mediciones de volúmenes vehiculares a lo largo del corredor de la carrera 42 entre calles 75B y 84, transitan alrededor de 6.600 vehículos al día en el tráfico promedio. En relación con los peatones, se tienen mediciones de más de 2.300 de estos actores viales en un día, solo en la intersección de la carrera 42 con calle 76.

Señalización en la vía

Un equipo periodístico de EL HERALDO recorrió el sector y constató de primera mano los nuevos elementos y su funcionamiento. Lo primero que hay que destacar es que un total de 14 pasos peatonales fueron señalados. Es de recordar que este es un corredor vial amplio, con pocos semáforos, por lo cual los vehículos que por ahí transitan adquieren grandes velocidades, dificultando que los peatones puedan cruzar.

Con la habilitación de estas cebras en puntos de interés, como a la altura de la calle 79, los conductores tendrán que reducir la velocidad al aproximarse a un paso peatonal o una zona escolar, así como deberán ceder la vía al acatar las señales de tránsito.

También, pensando en la prevención de posibles obstaculizaciones de los cruces, se colocaron puntos de antibloqueo en las intersecciones.

Estos son los cuadrados con una ‘X’ amarilla, que penalizan a los conductores que dejen sus carros parados en los cruces, evitando que fluya la fila y aumentando la congestión.

La cultura vial

De igual manera, se añadieron a la vía reductores de velocidad en ciertos puntos, así como las líneas amarillas de precaución.

Estos cumplen la función de que los conductores tengan que reducir la velocidad al llegar a dichos puntos, cumpliendo la doble función de regular la velocidad bajo los máximos establecidos por la normatividad, que en el sector son en promedio de 30 kilómetros por hora; al mismo tiempo darle la posibilidad a los peatones de utilizar los pasos.

En este apartado es importante resaltar que se espera la colaboración de los conductores, quienes deben, obligatoriamente, reducir la velocidad de su marcha cuando se acerquen a las cebras, teniendo en cuenta que en estos casos el peatón siempre tiene la prioridad para realizar el cruce.

En ese sentido, será crucial que los conductores de la ciudad comiencen a ejercer una mayor cultura vial en estos corredores.

Protección al peatón

Otro de los elementos instalados son los separadores viales para delimitar con precisión los carriles y de esta manera reducir en lo más posible las confusiones que pudieran presentar los conductores al estar manejando.

Igualmente, se decantó por la implementación de las llamadas islas peatonales. Estas cumplen la función de brindar un sitio de resguardo al ciudadano cuando está cruzando una vía muy ancha y está prohibido que los automóviles invadan la misma, estando señalada a menudo por conos anaranjados y pintura amarilla, siendo este el sector donde circulan los usuarios.

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Habitantes del sector se han mostrado de acuerdo con la implementación del nuevo modelo de seguridad vial y destacan que las medidas como los pasos peatonales son adecuadas.

Ahora solo esperan que los conductores y peatones respeten las mismas y entre todos crear una nueva cultura que de ahora en adelante reduzca los índices de accidentalidad dentro de la ciudad de manera contundente.

Comunidad pide más reductores en la vía

La ciudadana Enith Jaramillo, quien todos los mediodías debe ir a recoger a un niño pequeño al colegio en el sector de la carrera 42, señaló a EL HERALDO que “ahora es más fácil cruzar con el niño con las cebras”.

Agregó que “el problema es que a veces los conductores no paran que uno cruce, ellos siguen andando. Hace falta algo que los haga parar para uno poder cruzar”.

Mientras que Fanor Reyes, de 66 años, quien vive en el sector hace más de 20 años, expresó que “la señalización está bonita pero no hay sistema para hacer que el carro pare y que uno pase. Falta más seguridad en lo relacionado con las señales de piso. El conductor después de que la vía despejada, se vuelve una autopista, le falta más educación a los conductores”, comentó.

Lo que espera la comunidad son más reductores de velocidad que hagan a los conductores bajar la velocidad para facilitar los cruces.