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Los homicidios en Barranquilla y su área metropolitana no dan tregua, siendo específicamente el municipio de Soledad una de las zona con más casos de sangre registrados en lo corrido del presente año, despertando de esa forma las alertas de las autoridades policiales y civiles.

La preocupación de la comunidad es notable y se refleja en la alcaldesa Alcira Sandoval Ibáñez, quien como medida de urgencia elevó hace un par de días un grito de auxilio al ministro de Defensa de Colombia, Iván Velásquez Gómez, en medio de una mesa de trabajo citada para analizar temas de inseguridad en la región Caribe.

Dentro de sus varias peticiones se encuentra que el municipio sea “elevado a categoría de Distrito o Comando Especial de Policía con todos los componentes de ese organismo de seguridad”, buscando una “rápida y contundente acción oficial contra los delitos de alto impacto”.

Así mismo, denominaron como urgente la “dispensación de apoyo tecnológico al municipio para dotación de equipos y cámaras que permitan el accionar contundente de las autoridades de Policía, CTI y la Fiscalía y jueces de la República en las actividades legales de competencia para hacer frente de una manera efectiva contra los delincuentes”.

No hay que dejar pasar la orden entregada por su secretario de gobierno municipal, coronel (r) Carlos Valencia, de volcar unidades del Ejército Nacional hacia las calles para actividades de vigilancia que eviten la movilización de los criminales por las mismas, sin embargo nada hasta el momento es suficiente para contener lo que parece ser una violenta guerra por los puntos atractivos dentro del territorio para la compra y venta de estupefacientes.

De acuerdo con los registros estadísticos de este medio de comunicación, Soledad ha sido epicentro de 212 asesinatos en lo corrido de 2024, cuatro casos más que todos los que se presentaron en el año anterior (208). Algo que nos conduce a un aumento en este rublo del 16 %.

Motivos

Se cree que más del 85 % de las muertes registradas en Barranquilla y su área metropolitana estarían relacionadas con la contienda criminal que libran las estructuras de ‘los Costeños’ y ‘los Pepes’, cuya vendetta históricamente cobró la vida de más de 700 personas, sin mencionar que recientemente han tenido como nuevo inquilino en los enfrentamientos al ‘Clan del Golfo’.

Esta es una preocupante situación que se agravó recientemente en Soledad, puesto que existe toda una división criminal que se forjó gracias a las ‘fronteras invisibles’ demarcadas por los mismos criminales para “cuidar sus fuentes de ingreso ilícito”, presentando diferencias contra sus usuales contrincantes (de otras bandas) y hasta sus mismos ‘colegas’ (de su banda). Esto último para ir creciendo en posiciones o cargos dentro de la línea de mando.

En lo mencionado hay que recalcar que aunque el respeto de los cabecillas no se gana con los números de barrios abarcados, sino con la cantidad de dinero ilícito recolectado, hay una cierta tendencia a hacer todo lo que sea humanamente posible por escalar posiciones dentro de la cadena mando, sin importar que traiga consigo —como ya se referenció— atentados contra personas de tu mismo grupo.

Es por ello que, en la municipalidad mencionada, se presentan casos como el del barrio hipódromo, terreno de guerra entre dos delincuentes de la misma estructura. Soledad en general está criminalmente dividida en “cuatro grandes localidades del crimen”.

En la primera hay barrios involucrados como El Ferry, Primero de Mayo, Las Ferias, Costa Hermosa, Las Margaritas, Los Mangos, Salamanca, El Tucán, Los Arrayanes, Hipódromo, El Porvenir, El Triunfo, Centenario, El Ferrocarril, Cruz de Mayo, Pumarejo, La Loma, San Antonio, La Esperanza, entre otros.

En tiempos anteriores estaban bajo el yugo de ‘los Papalópez’, antiguos ‘Rastrojos’, ‘los 40 Negritos’, ‘Krueger’, ‘El Burro’, ‘El Burrito’, ‘Bindi’, ‘Duvancito’ y ‘Gato Negro’, varios de ellos hoy privados de la libertad en centros carcelarios, sin embargo EL HERALDO pudo confirmar que ya es una zona abarcada por ‘los Pepes’, de Digno Palomino, en la que hay disputas internas entre los mandos medios alias Lilo y ‘Maru’.

Del otro lado de la conocida calle 30, hay un espacio geográfico dividido en dos. Uno de ellos lo abarcan La Inmaculada, Villa Rosa, Villa Estefanny, Villa Mónaco, Las Nubes, La Ilusión, Normandía, Villa Merly, Villa Lozano, Villa Zambrano, Villa Muvdi, Villa Katanga, Las Trinitarias, Las Moras y todos los sectores que rodean la terminal de transporte terrestre.

Hoy comandados por dos fuertes ‘Costeños’ como lo son alias ‘Mono Abraham’ y ‘Junior Guerra’, siendo esta una de las contiendas más violentas. En particular, los barrios mencionados se caracterizaron por evidenciar el poderío de sujetos como ‘Juan Diablo’, ‘Mapaná’, ‘Cachaco Daniel’, ‘Haroldo’ y el ‘Clan del Asalto Colobos’.

Muy cerca de ellos; El Oasis, La Fé, Bonanza, Soledad 2000, Ciudadela Metropolitana, Urbanización Terranova II, Villa Carmen I, Villa Carmen II, Villa Karla, la segunda etapa de La Candelaria, Villa Sol, Ciudad Paraíso, San Vicente, Villa del Rey, Prado Soledad, Villa Monik, Zarabanda, Viña del Rey, Renacer, Villa Adela y Manuela Beltrán, son epicentro de los negocios de alias Pocholo, de ‘Costeños’, y ‘Niño Julio’, quien sirve a los ‘Pepes’.

Por último, pero verdaderamente no menos importante, cabecillas como alias Fulvio, de ‘los Pepes’, y ‘Miami’, de ‘los Costeños’, se disputan un terreno que históricamente le solía pertenecer a El Gordo 40, ‘Cachaco Daniel’ y ‘El Indio’, cuya extensión rodea a Ciudad Salitre, frontera con Malambo; Don Bosco IV, La Central, Nueva Esperanza, Villa Santa, Los Loteros, Ciudad Caribe, Villa Argelia, Villa de San Antonio, Nuevo Horizonte, Villa Las Moras 2da etapa, Los Cedros, Villa Estadio, Villa Sevilla, Los Robles, Tres Cruces y Los Almendros.

EL HERALDO

Violencia extendida

A toda la sangre que corre por órdenes de los cabecillas de las estructuras delincuenciales hay que sumarle los mensajes que constantemente se envían entre sus cómplices, la mayoría de ellos no satisfechos con las ganancias que les llegan desde sus superiores.

El tráfico de estupefacientes, por decirlo de esa manera, es el accionar más importante de los líderes. Sin embargo, sus ‘guerreros’ son los encargados de agravar el flagelo en crecimiento de la extorsión en los distintos barrios.

Esta es su manera de generar dinero extra y sembrar algo de “respeto” e intimidación a su presencia en medio de la comunidad. Siendo así las cosas, tal como se disputan los puntos de expendio de drogas, estos sujetos también trabajan fuerte por quitarles la mayor cantidad de ingresos posible a sus víctimas.

Un proceso en el que al parecer no hay reglas y hasta utilizan la identidad de sus bandas contrarias para despistar las posteriores investigaciones de las autoridades. Ejemplo de ello fue el reciente asesinato de José Luis Chaves Ardila, el conductor de un bus de la empresa Cooasoatlan que fue objeto de varios disparos perpetrados por Víctor Gutiérrez Crespo, alias El Soldadito, ya capturado.

En ese caso en específico, se pudo apreciar como integrantes de ‘los Costeños’ realizaban sus amenazas a nombre del Clan del Golfo, aprovechando el miedo de las organizaciones de transporte público por la llegada de este fuerte grupo armado a la ciudad.

Toda esta violencia, ya sea derivada del narcotráfico o de la extorsión, no se queda simplemente en los barrios soledeños. Este medio de comunicación determinó que también se extiende hacia localidades barranquilleras como la Metropolitana y el Suroccidente.

En barrios como Siete de Abril, Santa María, Santo Domingo de Guzmán, Las Américas, Villa San Pedro, Villa San Carlos, Las Malvinas, Los Rosales, El Pueblo, La Paz, Los Ángeles, Los Olivos, Los Olivos II, Urbanización Villa San Carlos, La Pradera y Las Estrellas es notoria la violencia debido a que quedan en medio de la ruta de comercio de estupefacientes que se produce y saca desde Soledad. Datos que ya son materia de análisis para las autoridades.

Por añadidura hay y se esperan muertes debido a la “limpieza interna” que adelanta Jorge Eliécer Díaz Collazos, alias Castor, dentro de su organización por la cantidad de miembros que se marcharon para defender los intereses del Clan del Golfo.

Soluciones

Más allá de la vigente operación Caribe adelantada por la Policía Nacional, hay más movimientos que se visualizan en el horizonte para Barranquilla y su área metropolitana, siendo uno de ellos la reciente llegada del coronel Edwin Masleider Urrego Pedraza, como comandante de la Mebar, catalogado por el mismo director de la institución armada, general William René Salamanca, como un “auténtico decano de la investigación criminal”.

En su transmisión de mando, Salamanca recordó que Urrego ya estuvo al frente de la policía judicial de la ciudad y tiene todo lo necesario para proteger a los más de 2.2 millones de habitantes de los 410 barrios que componen las cinco localidades y sus municipios vecinos de Soledad, Puerto Colombia, Galapa y Malambo.

“Reconocemos que el liderazgo del alcalde Alejandro Char y la experiencia del gobernador Eduardo Verano y demás mandatarios locales serán garantía de éxito en la gestión para revertir las cifras en materia de homicidio, hurto a personas, lesiones personales, delitos sexuales, violencia intrafamiliar y extorsión”, mencionó en la cita.

De la misma manera, fue enfático en decir que no va “permitir reacomodamientos en la organización criminal ‘los Costeños’, todos los cabecillas deberán correr la misma suerte de ‘Castor’, alias Quesero y la docena de sus integrantes, quienes purgan largas condenas. Tampoco vamos a facilitar la expansión del Clan del Golfo, cuyo desmantelamiento es una prioridad dentro de nuestra operación Caribe”.

Dos de las cuatro masacres en Atlántico fueron en Soledad

Dos de las cuatro masacres que se han presentado durante el 2024 en el departamento del Atlántico tuvieron epicentro en el municipio de Soledad. Una y la más reciente ocurrió en el barrio La Central, mientras que la otra se desarrolló en una zona conocida como ‘los Cocos’, perteneciente al conocido barrio San Vicente.

Las identidades de los ultimados en ese último episodio mencionado fueron Neber Hernández Sierra, de 39 años, y Kevin de Jesús Lora Camargo, quienes no alcanzaron a ser traslados hasta un centro hospitalario. Pasados los días, se sumó una nueva víctima llamada Rafael Tovar Céspedes, de 39 años, tras no tener más fuerzas para seguir luchando con la gravedad de sus heridas.

Por su parte, en La Central, fallecieron Jesús Manuel Romero Méndez, de 24 años de edad, y Jesús Junior Alandete Morales, de 30. Sus cuerpos quedaron en una zona enmontada de la calle 65 con carrera 4. Omar De Jesús Puello Magallanes fue trasladado a un hospital municipal donde luego se confirmó su deceso.