Un profundo dolor enfrentan las familias de Andrés Felipe Berdugo De la Cruz, Edwin Horacio Pérez Plata, Felipe Andrés De las Salas y Víctor Daniel Olivera Martínez, víctimas fatales de la reciente masacre que en la noche del pasado viernes 22 de noviembre, se presentó a la altura del barrio El Carmen de Barranquilla.
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Mismos hechos que también hirieron a Jean Carlos Philips Celis y Jorge Luis Noguera Rivadeneira, los cuales luchan por su vida en un centro asistencial de la ciudad.
A las afueras de Medicina Legal, algunos de los familiares de las víctimas fatales se encontraban este lunes 25 de septiembre esperando la entrega de los cuerpos. La mayoría de ellos con una tristeza notable y muchas preguntas aún sin responder.
Felipe De las Salas, padre del fallecido Felipe De las Salas, aseguró que su hijo “solo se dedicaba a instalar televisores de alta gama con sus accesorios, cámaras de seguridad, mantenimientos de aire y sonidos para carro”. Le enseñó a ser “honesto y responsable”, por lo cual no sabe las razones para que le quitaran la vida.
“Estoy consternado con lo que les sucedió a los muchachos, especialmente a mi hijo. Les segaron la vida a unos jóvenes limpios, trabajadores, de buena familia y bien criados”, apuntó inicialmente.
“Como padre le pido justicia a las autoridades, que ojalá se esclarezca esto para que la memoria de esos muchachos, en especial el de mi hijo, quede limpia y se den cuenta que eran sano. De pronto, mi hijo y sus amigos estaban en el lugar que no debían estar”, agregó.
De las Salas dijo que Felipe “era muy especial con sus amigos”: “lo querían mucho. Se unió con unos muchachos que también eran de buena familia. Por ser jóvenes ellos solo disfrutaban de su música, su carro y hablaban como se puede ver en el video de antes de lo sucedido. Cuando alguien tiene problemas no está tranquilo en la calle, estaban bien y disfrutando el rato”.
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El mayor de tres hermanos y amante al fútbol cuando era joven, como su padre, con el tiempo decidió estudiar para hacerse un hueco en el mundo laboral. “Felipe pensaba en toda la familia, le gustaba mucho ayudar. Hasta prefería dejar de comer para darle a los que no tenían. Desde pequeño le gustó el trabajo, los sacrificios, era un luchador”.
Entre lágrimas, lo que más le impactó de la masacre es que aun estando herido, intentó auxiliar a uno de sus cercanos: “ya no existe, nada más quedan los recuerdos. Siempre estaba trabajando. Para que lo tenga en cuenta, no murió donde estaban sus otros compañeros. Hizo un esfuerzo para ayudar a un amigo, lo montó en la parte de atrás de un carro blanco que no era de él e intentó traerlo a la clínica. Luego se terminó metiendo a una casa. Trató de salvarlo. Pensó más en la otra persona que en sí mismo, para que sepan el corazón tan grande que tenía. El barrio está muy consternado”.
Finalmente, Felipe solo quiere que las autoridades logren ubicar a los principales responsables. “Lo único que pido es que por favor se haga justicia. Este es un dolor muy grande para toda la familia. Puede servir como ejemplo para los jóvenes, ya no se puede estar en grupo en una esquina, en estaderos, mejor es quedarse disfrutando dentro de las casas, aunque ni así sea seguro. Ya no se sabe quiénes son los amigos y los enemigos”.
En el lugar de los hechos fueron recolectadas 16 vainillas pertenecientes a una pistola 9 milímetros, la cual está intentando ser ubicada por personal especializado en balística. De la misma manera, varios uniformados han adelantado rondas por el sector para identificar cámaras de seguridad que puedan ayudar con la reconstrucción del trayecto de escape de los agresores.
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El coronel Edwin Masleider Urrego Pedraza, nuevo comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, estuvo presente en el lugar de los hechos “mirando la situación y acompañando también las diligencias judiciales que se estuvieron haciendo en el momento”.
Urrego Pedraza argumentó que “aún no hay claridad sobre una estructura puntual que esté relacionada con los hechos”. Pese a ello, “la Policía realizó un análisis frente a la evaluación del territorio donde ocurrieron los disparos y de allí sacaron una línea de enfoque preliminar”.