A raíz del asesinato del Jan Alexander Rocha Fuentes, de 10 años, quien murió el pasado martes tras recibir dos disparos a manos de su padrastro, un hombre identificado como Fabián Quintero Ramírez, suboficial del Ejército en retiro, en el barrio Paraíso del municipio de Malambo, ha tomado fuerza el término ‘violencia vicaria’.
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De acuerdo con las autoridades, Quintero Ramírez habría atacado al menor y a su abuela, Leski Isabel Cabrera Mármol, de 59 años, al parecer, porque no encontró en la casa a Liney Fuentes Cabrera, madre de la víctima.
La Policía Metropolitana de Barranquilla indicó Quintero Ramírez llegó hasta la vivienda ubicada en la calle 19 con carrera 1C, preguntando por su expareja, pero como no la encontró trenzó en una discusión con la adulta mayor.
En el lugar de los hechos, miembros de la Policía incautaron la supuesta arma utilizada y dieron con la captura de Quintero Ramírez.
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Testimonio de Liney Fuentes Cabrera, madre de la víctima
Liney Fuentes Cabrera mencionó que ya no estaba conviviendo con Fabián, puesto que la excusa que le dio para ponerle fin a la relación es que había entrado al cristianismo.
“Él tomó la decisión de separarse de mí porque era cristiano, en dos meses ya se había vuelto pastor. No sé qué habrá hecho para conseguirlo, puso una iglesia en la casa. Me dijo que no íbamos a seguir, por lo que la congregación tenía muchos problemas por mí, que no buscaba los caminos de Dios y él estaba pecando”.
La “solución” que le propuso el hoy aprehendido es que “se fuera de la casa y recibiera una mensualidad que le iba a enviar digitalmente para que tuviese con que sobrevivir mientras conseguía trabajo”.
Todo cambió cuando descubrió que Liney habría ido a un cumpleaños de un vecino junto con su primo, festejo en el que estuvo hasta las 10:30 de la noche aproximadamente. “Me mandó unos audios amenazándome y unos mensajes extensos en los que me insultaba. Reiteraba que si lo estaba retando”.
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“Lo único que le respondí es que ya yo no vivía con él. Tomó la decisión de separarse de mí. Algo que tomó como un reto y me mencionó que me iba a matar, a picar y que me iba a entregar en una bolsa negra”, agregó.
De acuerdo con el mismo relato de Fuentes Cabrera, ella “se había acercado hasta la Fiscalía para poner la denuncia, donde solo le mencionaron que si llegaba a tener problemas que llamara a la Policía”.
Luego de preguntarle a Leski Isabel por su hija, Quintero Ramírez habría sacado un arma de fuego y le disparó tres veces a su exsuegra, y después le dio un balazo al niño en la cabeza y otro más en el cuello. Tal acción habría sucedido cuando el pequeño intentó evitar el ataque contra su abuela.
“Yo quiero que se haga justicia, que la noticia se sepa en toda Colombia. Me duele mucho, mi hijo no tenía la culpa de nada. En realidad, él me iba a matar a mí, pero lo hizo con mi hijo para que me doliera más”, finalizó.
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¿Qué es la ‘violencia vicaria’?
Tras este atroz crimen denominado como ‘violencia vicaria’, muchos se preguntan de qué se trata.
Según la Universidad Complutense de Madrid, “la violencia vicaria es aquella que tiene como objetivo dañar a la mujer a través de sus seres queridos y especialmente de sus hijas e hijos. El padre ejerce una violencia extrema contra sus criaturas, llegando incluso a causarles la muerte y utilizando recursos de particular crueldad para la eliminación de los cadáveres en muchas ocasiones”.
“El ánimo de causar daño a su pareja o expareja a toda costa supera cualquier afecto que pueda sentir por ellas/os. El asesinato de las hijas o hijos es la parte más visible de esta forma de violencia extrema que destruye a la mujer para siempre; pero es habitual la manipulación de hijas o hijos para que se pongan en contra de la madre o incluso la agredan”, agrega.
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Cifras de la Fundación Contra la Violencia Vicaria indican que al cierre de 2023, al menos 2.517 mujeres fueron víctimas de esta violencia en Colombia. Para el primer trimestre de 2024, se han reportaron 890 casos.
Actualmente, en el Congreso hay un proyecto de ley que buscan poner un control sobre la violencia vicaria.
En el senado se debate e proyecto de Ley Gabriel Esteban, con el cual se busca reconocer, prevenir y sancionar la violencia vicaria en Colombia.
La iniciativa, que se da en homenaje a Gabriel Esteban, asesinado en 2022 por su propio padre, adicionará un nuevo artículo al código penal creando los delitos de homicidio vicario y violencia vicaria.
Este proyecto “busca llenar el vacío jurídico que existe actualmente en el país, en el cual, aunque se le impute un cargo al victimario por el delito perpetrado contra el menor, no genera sanción penal específica que castigue el daño que se le hizo a la madre o el padre, quedando esta conducta impune”.
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Nadia Blel, autora del proyecto, afirma que “es una lucha para todas las madres, padres y niños que hoy son víctimas de esta violencia y que no encuentran en el Estado un respaldo, una herramienta para protegerse o para lograr una verdadera justicia”.