Emilio Carillo nunca imaginó que su sobrino iba a ser brutalmente asesinado a bala la madrugada del domingo 19 de enero, luego de que unos encapuchados ingresaran a su vivienda, ubicada en la vereda Cabica en Soledad, y le propinaran varios disparos mientras dormía en su cama.
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El hombre de 48 años de edad, en diálogo con EL HERALDO explicó que el día anterior al ataque había conversado por medio de una videollamada con su sobrino Aldair Antonio Carrillo Barrios, de 24 años, y lo notó tranquilo y despreocupado.
“El sábado por la mañana yo me contacté con él por videollamada y lo veía bien, no me dijo que tenía problemas ni nada, tampoco se veía preocupado o mal porque de otra forma me lo hubiera dicho”, expresó Carrillo.
El tío del joven informó que Aldair Antonio se desempeñó en los oficios varios, como en papelerías y tiendas, cuando no tenía trabajo pedía una motocicleta y se dedicaba al mototaxi.
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“Él siempre le gustaba trabajar en varias cosas, en el centro, en tiendas, en varias partes, cuando ya no tenía trabajo el prestaba una moto y se ponía de mototaxi llevando a la gente, sus amigos, a todo el que lo necesitara”, agregó.
Para Carillo la muerte de su sobrino fue sorpresiva e inexplicable, ya que recuerda a su sobrino como un hombre trabajador que no le gustaba meterse en problemas ni en disputas.
“Decir que mi sobrino andaba en malos pasos no lo creo, a él le gustaba ganarse su dinero de forma limpia, dejo todo a manos de las autoridades, que sean ellas las que hagan la debida justicia”, finalizó Carrillo.
