Compartir:

El reloj marcaba las 11:03 p.m. aquel 18 de enero, cuando poco a poco se iban agrupando en el monumento de las letras de Sabanagrande los hoy señalados de haber perpetrado la masacre en el barrio Ciudadela Santa Sofía.

Leer más: Policía del Atlántico socorrió a familia víctima de un ‘falso servicio’ en Santo Tomás

En diálogo con EL HERALDO, el Coronel John Harvey Peña Riveros, Comandante de la Policía del Atlántico informó que gracias a la grabación de una cámara de seguridad que estaba ubicada en la entrada del municipio, esta logró grabar los momentos previos al trágico hecho.

“Gracias a la Sijín y a las entrevistas que realizamos, logramos mirar todo el juego de cámaras que hay por la zona, observando así al grupo que iba preparando todo para el ataque. Algo fundamental que quiero resaltar, es que nuestros policías ven algo sospechoso, ven unos sujetos que están a la entrada de Santa Sofía, proceden a la requisa de estas personas y de la motocicleta en la que se movilizaban. Fue ahí cuando determinamos que uno de los que participó en los hechos había sido requisado por los agentes, pero como no tenía los elementos, no pasó a mayores la cosa”, expresó Peña.

Sin embargo, uno de los agentes guardó la información de las personas requisadas y la motocicleta en la que se transportaban.

“Gracias a esa información establecimos que aquella motocicleta se había utilizado en el atentado, no solo con el objetivo informar a los delincuentes, sino también de llevar la cadena de logística, las armas de fuego”, afirmó.

La macabra logística del atentado

Esta casa editorial obtuvo por medio de las autoridades el video que filmó aquella cámara de seguridad, observando minuto a minuto como se van reuniendo los delincuentes el punto de encuentro: la entrada de la Ciudadela Santa Sofía.

Pactado el plan, el primer vehículo en llegar fue un automóvil sedan color plateado, dentro hay dos personas, el conductor permanece en el interior del carro mientras que el otro ocupante sale y se mantiene a un lado de este.

Según el testimonio de las personas que se encontraban aquella noche en la carrera 64 con calle 31, estos fueron los sujetos que atacaron con armas de fuego a las tres víctimas que estaban en la parte externa de una tienda del sector.

Lea también: Caen en Barranquilla 8 integrantes del Clan del Golfo que pretendían atentar contra policías

Segundos después llega un hombre en una motocicleta e intercambia unas palabras con el conductor, mientras que el otro sujeto vuelve e ingresa al automotor. Entretanto, un cuarto desconocido se aproxima hasta ellos y realiza una llamada por teléfono.

De acuerdo con las investigaciones de la Policía del Atlántico, el conductor de la moto y el sujeto del teléfono tenían el rol de ‘campaneros’ o informantes, notificando a los hombres del vehículo que los hoy occisos se encontraban en dicho punto.

Un minuto después, un motocarro pasa por el monumento y deja a un hombre de camiseta color azul, este se acerca hasta el coche plateado y le entrega un paquete al conductor, al parecer, este contenía las armas de fuego con el que perpetraron el ataque.

Luego de compartir varias palabras con el ‘repartidor’, el conductor arrancó a toda marcha rumbo Santa Sofía. En zona solo quedaba el hombre de camiseta azul y el motociclista, quienes minutos después de estar ruleteando por el monumento, fueron detenidos por los patrulleros al notar su sospechoso actuar.

Estos fueron requisados por los uniformados pero, al no tener entre sus pertenencias algún objeto extraño o bélico no presentaron mayores inconvenientes.

De este grupo de actores criminales la Policía del Atlántico capturó a los logísticos, quienes acompañaron en todo momento a los autores materiales e intelectuales de la masacre durante todo el proceso.

Noche de terror en Santa Sofía

El caso se presentó hacia las 11:30 de la noche en la carrera 64 con calle 31 y, según la información suministrada por la Policía del Atlántico, las víctimas fueron abordadas cuando permanecían en la zona.

Según el testimonio de las personas que habían sido entrevistadas por la Policía, todas concluyeron que los sicarios iban a bordo de un vehículo color gris y, con armas de fuego en mano, dispararon al grupo de personas que estaban en la zona para luego escapar hacia un rumbo desconocido.

Las víctimas fatales fueron identificadas por la Policía como Jesús Yepes Camacho, de 17 años, Jhon Héctor Cortés, de 18 años, y Luis Alberto Mercado Lara, de 39 años de edad.

La madre de una de las víctimas manifestó a EL HERALDO en ese momento que el atentado no se había perpetrado en la terraza de una casa como varias personas comentaban, sino que se había registrado en la terraza de una tienda.

“Al llegar al lugar vi como mi hijo estaba en el piso ya muerto con varias heridas y sangre, no entiendo por qué el salió de la casa y fue hasta esa tienda”, explicó.

¿Ajuste de cuentas entre ‘Pepes’?

El Coronel Peña explicó a este medio de comunicación que, al parecer, la masacre estaría vinculada a un posible ajuste de cuentas entre miembros de la estructura criminal ‘Los Pepes’.

“En lo que va corrido de este hecho de investigación, la masacre tiene relación con un hecho que ocurrió en el 2023, también en Sabanagrande, en ese mismo sector, lugar en el que se registró un doble homicidio y el relacionamiento de un familiar de alias Gomelo, que también falleció y, producto de eso, este sujeto habría ordenado una venganza al interior de esta estructura delincuencial llamada ‘Los Pepes’”, expresó el Comandante.

Durante la investigación se obtuvo información de que alias El Gordo o Moisés, trabaja al servicio de ‘Los Pepes’, al mando de alias ‘Gomelo’ cabecilla de zona de esa organización criminal y quien se encuentra privado de la libertad en la cárcel de La Dorada, Caldas.

Así mismo, se tuvo conocimiento que la persona capturada al parecer tiene un vínculo familiar en calidad de cuñado con este cabecilla.

Gracias al esfuerzo de las autoridades se logró la captura de Wuainer Altamar Medina, alias El Moisés o El Gordo; Andrés Escorcia Díaz, de 29 años, alias El Mono; y Humberto Mario Caballero Castro, de 36 años de edad, alias Jingo.

Los capturados y las sustancias estupefacientes fueron dejados a disposición de la Fiscalía General de Nación. A su vez, la Policía reveló que continuará con un segundo proceso de capturas, en los que espera dar con los autores material, mismos que ya están identificados plenamente.