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De los 31 menores que resultaron intoxicados al consumir agua y chuzos en mal estado, el sábado anterior en el parque Metropolitano, dos están en cuidados intensivos en el hospital Adelita de Char.

Uno de ellos, de 16 años, se encuentra en estado crítico, según lo informado por una de sus familiares, Ruby Guerrero Ariza.

El adolescente permanece en la unidad de cuidados intensivos para adultos puesto que convulsionó y se le presentó un edema cerebral.

El afectado participaba en el ensayo de la graduación prevista para noviembre, de la Policía Juvenil, en un grupo de 200 menores.

En un receso, aprovecharon para comprar agua en bolsas y algunos alimentos que expendían vendedores informales en la zona. Momentos después de consumirlos, los niños empezaron a sentirse mal y fueron trasladados por la Policía a distintos centros asistenciales en Barranquilla.

La familiar del adolescente contó también que debido a su estado los médicos decidieron intubarlo. 'Está malito, esperamos la voluntad de nuestro señor Jesucristo', añadió Guerrero.

De acuerdo con la mujer, 'lo que nos dicen es que el agua es la que lo tiene así, porque la verdad es que no había ingerido más nada (...) Dicen que al agua le salía como un químico, pero hay que esperar los resultados de los exámenes que están haciendo'.

Acerca de su pariente, Guerrero indicó que tiene unos tres años con la Policía Juvenil, y que en ocasiones va acompañado a las actividades, mas el sábado fue solo.

Así mismo, en la unidad de cuidados intensivos pediátricos es atendido un menor de 14 años que, según Angélica Manjarrés, profesional de apoyo asistencial del Adelita de Char, está 'hemodinámicamente estable, que tiene buena respuesta a estímulos, está consciente y lo tenemos bajo estricta vigilancia médica'.

En cuanto al adolescente de 16 años, la médico reveló que al momento de ingresar estaba inconsciente. La noche del sábado tuvo una depresión del sistema nervioso central que le derivó en un edema cerebral.

Sin embargo, Manjarrés confirmó que ayer estaba respondiendo a estímulos y que, con base en su evolución, le retirarían la ventilación mecánica.

A los pacientes les tomaron muestras de jugos gástricos, que fueron enviados a Medicina Legal para su análisis, a fin de determinar exactamente cuál fue la causa de la intoxicación masiva.

Otras tres clínicas que atendieron a menores intoxicados reportaron que ya los habían dado de alta.