El asesinato del administrador del picó el Súper Yonki, llamado Luis Carlos Yanett Muñoz, habría puesto al descubierto una guerra silenciosa contra miembros de este gremio de la cultura local y que se la atribuyen desconocidos que se hacen llamar el comando élite urbano, ceu.
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Dos pistoleros en moto segaron la vida de Yanett Muñoz, de 45 años de edad, en la noche del pasado jueves 2 de mayo.
Todo sucedió entre 7:00 y 8:00 de la noche, cuando la víctima se disponía a llegar a su vivienda en el barrio Los Olivos. En la calle 115 con carrera 26, según lo descrito por la autoridad, el administrador fue abordado por los desconocidos y el parrillero fue quien accionó el arma de fuego contra su humanidad.
Ensangrentado y sin reacción a llamados, el hombre fue llevado por vecinos al Camino Suroccidente, en el barrio El Pueblo, donde ingresó sin signos vitales. Un balazo en la cabeza fue el que causó su muerte, según detallaron desde el centro asistencial.
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Una de las primeras hipótesis que manejaron investigadores de la Policía Metropolitana de Barranquilla estaría relacionada con un caso de extorsión del que Yanett Muñoz era víctima y el acosador sería un supuesto integrante de la estructura criminal ‘los Pepes’, conocido como alias ‘Kevin, el Menor’.
Supuestamente, ese individuo buscaba que la víctima pagara una cuota extorsiva para poder “trabajar” o “tocar” los fines de semana.
Sin embargo, horas después del crimen, circuló un panfleto de ese supuesto comando élite urbano, ceu, en el que señalaron a 12 personas asociadas a las potentes máquinas de música como “financieros y colaboradores” de estructuras criminales. Y, de paso, se cargaron la muerte del administrador del Súper Yonki.
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Pero el 9 de abril, otro impreso amenazante del mismo supuesto grupo ya había anunciado un ataque contra un listado de personas dedicadas al oficio y contra administradores de estaderos y expendios de licor.
Por parte de las agremiaciones o personas vinculadas a la cultura picoteril no ha habido pronunciamientos, al menos no ante medios de comunicación. Tampoco se han divulgado si existen denuncias penales sobre el particular.
Solo en redes sociales hubo personas del gremio que manifestaron temor por la difícil situación que atraviesan.
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Lo que sí es cierto es que nuevamente el mundo picoteril vuelve a estar de luto con el asesinato del administrador de la potente máquina de música, con seguidores en distintas zonas de la localidad Suroccidente.
Cabe recordar que el año anterior, para el primer semestre, fueron asesinadas en Barranquilla y su área metropolitana al menos cinco personas que estaban vinculadas al oficio de programador musical o DJs de los tradicionales picós.
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En su momento, la Seccional Atlántico de la Fiscalía había anunciado la apertura de una investigación para buscar la conexión entre todos los casos.
Frente al tema, las autoridades investigan la veracidad de los dos impresos.
