Para las autoridades es imprescindible que la ciudadanía que pretenda retirar dinero de cajeros electrónicos o a realizar transacciones bancarias a través de internet, tome sus propias medidas de precaución para prevenir hechos delictivos.
Aunque los casos se pueden presentar en cualquier época del año, diciembre es el mes más atractivo para los ciberdelincuentes por la circulación de dinero en la calle y la costumbre masiva de hacer compras.
Investigadores de la Policía Metropolitana describieron que entre las modalidades que los delincuentes utilizan para apoderarse del dinero de sus víctimas está el denominado cambiazo, cuando un extraño se ofrece de manera amigable a ayudar a realizar la transacción, pero lo que hace es cambiar rápidamente la tarjeta de la víctima por una bloqueada.
Como el delincuente ya ha visto la clave que la persona ha marcado desprevenida, insiste en que el cajero está dañado y se va con la tarjeta buena.
Otra modalidad es el Skimming, consistente en sustraer la información de las tarjetas bancarias cuando se hace una transacción. Esto se logra con dispositivos que se colocan en los cajeros automáticos que leen la información de la banda magnética para, posteriormente, clonar la tarjeta y saquearla.
El phising es otro de los métodos delictivos, cuyo objetivo es obtener de un usuario datos como claves, cuentas bancarias, número de tarjeta de crédito, identidad, 'es decir, toda la información para luego ser usados de forma fraudulenta', indicó un vocero policial. En esta modalidad delictiva los ciberdelincuentes suplantan las páginas bancarias o entidades públicas, para hacerle creer a la posible víctima que realmente los datos solicitados proceden del sitio oficial cuando no es así. (Haga clic aquí para ver infografía detallada)
También envían mensajes de texto o llamadas al celular de las potenciales víctimas solicitándole sus datos personales, e incluso a través de correos electrónicos, método conocido como Vishing.
Una vez adquieren la información, estas personas pueden usar los datos personales para crear cuentas falsas utilizando el nombre de la víctima, gastar el crédito de la víctima, o incluso impedir que esta pueda acceder a su propia cuenta.
Cámaras y grabadoras. Las investigaciones también han arrojado que los delincuentes han optado por instalar cámaras diminutas y grabadoras tipo periodista en los cajeros con el fin de grabar cuando los tarjetahabientes digitan sus claves.
De hecho, desde noviembre pasado es procesado en Bogotá un guarda de seguridad que habría facilitado la ubicación de medios de almacenamiento de información digital para hurtar las claves de las tarjetas bancarias, de acuerdo con la Fiscalía. En este caso se detectó que las grabadoras son conectadas a la toma de la línea telefónica y al datáfono con el fin de obtener los sonidos que en lenguaje binario son decodificados con software que se consiguen en el mercado y sirven para traducir los datos de los cuenta habientes.
De igual manera para sustraer el dinero, los bandidos esparcen escopolamina en los teclados de los cajeros. Una vez el cliente lo toca, la sustancia se impregna en sus dedos, resulta intoxicado y termina siendo vulnerable.
Así mismo está el keylogger (derivado del inglés: key (tecla) y logger (registrador), es decir, registrador de teclas, un tipo de software o un dispositivo hardware específico que registra las pulsaciones que se realizan en el teclado, para posteriormente memorizarlas en un fichero o enviarlas a través de internet.
Usar el sentido común. En concepto de Sara Ibáñez, abogada especialista en derecho informático, el criminal puede conseguir su objetivo en la medida en que exista desinformación social. 'Si las personas no están al tanto, o no conocen el modus operandi de estas bandas, a la par de la tecnología, entonces es fácil caer en sus redes'. Para la experta, en estos casos lo mejor para evitar ser víctimas es usar el sentido común.
Ibáñez comentó además que otro factor importante es la impunidad, en lo que influye la falta de abogados especializados en derecho informático y nuevas tecnologías, que guíen efectivamente a las víctimas en los procesos judiciales, 'ya que estos actos tienen no solo una norma especial si no un procedimiento y manejo probatorio distinto'.
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Recientes capturas. El pasado 9 de noviembre, la Policía del Atlántico capturó a tres sujetos que pretendían instalar un clonador de tarjetas en un cajero electrónico de Bancolombia, ubicado en la plaza de Sabanalarga.
Al respecto, el coronel Manuel Silva Niño, comandante de la institución, indicó que una patrulla del cuadrante detectó que las tres personas estaban instalando un aparato electrónico para clonar los datos de las tarjetas de los usuarios, a fin de saquearles sus cuentas. De acuerdo a la información recopilada, los capturados habrían actuado en ciudades como Montería, Cereté y Sincelejo.
Igualmente el pasado 25 de noviembre fue detenido por la Policía Metropolitana alias Skimming, con orden de captura por hurto calificado y violación de datos personales. La Fiscalía dio a conocer que esta persona era jefe de una organización delincuencial dedicada la clonación de tarjetas de crédito y débito, así como al cambiazo. El presunto delincuente fue dejado en libertad pese a la existencia de evidencias en su contra.