Compartir:

Jamás olvidarán lo que vivieron dentro del almacén. Una mala decisión y todo se pudo haber convertido en un caos. Cada gota de sudor que derramaron los que ayudaron, como las del hombre que amenazó con dispararse, denotaron la tensión que se vivió en el lugar.

Sin embargo, a pesar de que los segundos se transformaron en siglos, Leonardo Acuña, de 51 años, fue desarmado y de esa manera culminó la odisea que tuvo en vilo a Barranquilla este lunes festivo.

Plan en marcha

'Gran parte del tiempo nunca se quitó el arma del cuello. En algunos momentos hicieron oraciones por los altavoces de la tienda. Todo eso para buscar que el hombre se calmara y poder quitarle el arma', contó un uniformado que estuvo presente en la mediación.

Fueron al menos seis horas en las que Acuña, con la pistola apuntando hacia su cabeza, anunció que pudo pasar lo peor. El caso ocurrió desde el mediodía del lunes y se extendió hasta la noche en el interior de una sede de Alkosto, ubicada en la calle 98 con carrera 51B. El almacén fue desalojado y solamente permitieron el ingreso de los parientes del hombre y personal de la Policía.