Por segunda vez en los últimos ocho meses la Armada Nacional encontró cocaína en el buque granelero Aquagrace, de bandera panameña.
El último reporte, entregado ayer a los medios de comunicación, indica que la embarcación fue contaminada con la droga en el compartimiento de la pala del timón.
La inspección la hicieron buzos de la Armada en la zona de fondeo de puerto Zúñiga en Ciénaga (Magdalena), donde observaron tres bultos atados con cuerdas a la estructura del barco. Al llevarlos a la superficie, las autoridades detectaron que tenían 81 paquetes con 78,2 kilogramos de la droga.
El destino de la carga era el puerto de Rotterdam, en Holanda, hacia donde se dirigía el buque. La Armada Nacional informó que el costo de esa cantidad de cocaína en Europa es de por lo menos 2,1 millones de dólares.
En agosto pasado habían sido hallados en un compartimiento del mismo buque 250 kilos de cocaína; en ese entonces estaba fondeado en un muelle de puerto Drummond, compañía que después aclaró que había sido cargado antes de llegar a ese sitio.
Casos este año
El cargamento amarrado es solo de uno de los métodos de los narcotraficantes para contaminar buques y trasladar la droga a los sitios que requieren. La Fiscalía y la Armada capturaron recientemente (11 de marzo) a 14 personas señaladas de integrar una banda que lo hacía a través de cilindros adheridos a los cascos de los buques, modalidad conocida como torpedo. Buzos -entre ellos uno que estuvo vinculado a la Armada-, los atornillaban a las aletas estabilizadoras. Los cilindros eran fabricados por un experto en metalmecánica que también los recubría con fibra de vidrio y los soldaba.
Al final del viaje había también buzos que los desenganchaban del buque.
El 9 de febrero de este año, la Dirección de Antinarcóticos de la Policía y la Armada encontraron una tonelada de clorhidrato de cocaína en la embarcación panameña Isla Taboga, en puerto Nuevo, en Bahía Portete (La Guajira), que iba para Curazao.
Aunque a primera vista en los compartimentos de carga no había nada, en una inspección a fondo fue detectada una zona oculta entre el motor y la bodega principal que tenía 50 bultos con 1.997 paquetes cilíndricos en los que estaba envuelta la droga.
El 23 de febrero anterior la Armada ubicó 102 kilos de clorhidrato de cocaína en la Bahía de Cartagena a bordo del buque tanquero Prisco Alexandra, de bandera de Chipre. En una inspección subacuática los funcionarios hallaron un maletín negro con la droga en un compartimiento en el área del timón de la embarcación que iba a Baton Rouge, en Estados Unidos. Dos personas fueron capturadas.
Siete metros bajo el mar
Sumergidos y asegurados en el fondo del mar, en la zona de Quitasueño, a unas 100 millas de la isla de San Andrés, la Armada y la Fuerza Área hallaron en febrero 114 kilos de cocaína. La modalidad había sido detectada en una investigación de la Policía con apoyo de la DEA. Los buzos efectuaron varias inmersiones en el área hasta encontrar seis maletines con la droga, a una profundidad de 7 metros, atados a baterías y un ancla para lograr el fondeo. En su momento, la Armada reportó que la droga iba a ser transportada en una lancha rápida hacia Centroamérica y posteriormente a Estados Unidos, donde su valor podría alcanzar los 3 millones de dólares.