La familia de Jairo Zapa Pérez, director de Regalías del departamento de Córdoba, le perdió el rastro la tarde del jueves 27 de marzo de este año. Ese día el ingeniero civil de 36 años salió de su residencia hacia una casa en el barrio La Castellana, en el norte de Montería. Allí fue citado a un almuerzo de trabajo en el que atendería a varias biólogas de España.
Aunque su familia lo buscaba con angustia y desesperación desde entonces, con la esperanza de encontrarlo con vida, sus restos fueron hallados el pasado martes 5 de agosto en una fosa en el corregimiento La Magdalena, sobre la carretera Troncal de Occidente, a ocho kilómetros del municipio de Pueblo Nuevo, al parecer en terrenos de una finca llamada Mary.
Hasta allí llegaron los investigadores guiados por Joice Hernández, exparamilitar que confesó haber matado al funcionario y enterrarlo en ese lugar.
Cinco meses después del crimen de Zapa solo quedaban sus restos óseos, incluyendo el cráneo y la dentadura, y la ropa con la que salió de su morada aquel día aciago.
Precisamente por sus dientes fue identificado por los forenses, quienes ese mismo día le hicieron una carta dental, método fehaciente de identificación tan certero como la dactiloscopia (cotejo de huellas) y el estudio genético o prueba de ADN.
'La carta dental es un documento en el que se recoge toda la información de las características odontológicas particulares de un cadáver, tratamientos odontológicos y los cambios en las estructuras dentarias con el paso del tiempo', explica la doctora María del Socorro Barraza Salcedo, odontóloga forense que desde hace 23 años presta sus servicios en Medicina Legal, seccional Barranquilla, en la oficina de Identificación y desaparecidos, bajo la dirección del doctor Carlos Morillo.
La carta dental se le hace a todo cadáver que ingresa a Medicina Legal. Se acude a esta como método de identificación cuando no se pueden recuperar las huellas del cuerpo y cuando se necesita celeridad, pues las pruebas genéticas tardan semanas e incluso meses. No importa si la persona está en estado de descomposición o fue incinerada, los dientes van a estar ahí.
'Los dientes pueden resistir la acción del fuego, el paso del tiempo. Se encuentran cráneos de millones de años y los dientes intactos. En agua son inalterables. El esmalte dental es el tejido más fuerte del cuerpo humano y resiste incluso algunos ácidos', dice la especialista.
Este documento postmortem es como un inventario de la dentadura del cadáver. Hay una imagen con los 32 dientes y para cada uno hay espacio para describir la característica individual de las piezas. Todos tenemos dientes diferentes.
Si por ejemplo el cadáver tiene una calza en el primer molar derecho del maxilar superior, o si tiene una prótesis fija o removible en el canino izquierdo del maxilar inferior, si tiene caries, si el color es amarillento, si le hace falta una pieza, si tiene brackets, todo esto debe quedar anotado en la carta dental hecha por el odontólogo forense. Incluso, si la dentadura es perfecta también se debe anotar.
'Cuando hay una persona desaparecida y sus familiares ponen la denuncia, deben suministrar mucha información sobre ella. Es decir, entregar rasgos y particularidades físicas, incluyendo los de su dentadura. Que una persona tenga, por ejemplo, el incisivo central doblado es una seña importante para poder individualizar un cadáver', dice Barraza.
Medicina Legal, Fiscalía, Policía y otras instituciones del Estado tienen un sistema que incluso está abierto al público. Es el Sirdec (Sistema de Información Red de Desaparecidos y Cadáveres). Allí todas las seccionales de cada entidad ingresan datos de personas perdidas y cuerpos hallados a nivel nacional.
Así las cosas, si en el Sirdec hay un reporte de una persona desaparecida con una característica dental determinada y entra un cadáver con esas mismas señas, el universo de búsqueda se reduce. Se ponen en contacto con los denunciantes y a estos se les pide la historia clínica odontológica de la persona desaparecida.
'La historia clínica odontológica se compara minuciosamente con la carta dental. Si hay una estructura dental absolutamente idéntica, en la comparación de los documentos antemortem (antes de muerto) y postmortem (después de muerto), queda establecido que el cadáver corresponde a la persona que está desaparecida. Esto, obviamente, apoyado en otras pruebas y estudios', explica la experta.
Para que una carta dental arroje con exactitud la identidad de persona depende en gran medida de la historia clínica odontológica, pues esta debe estar completa.
'Hubo un caso particular que fue la tragedia de los niños de Fundación. Muchos de ellos pudieron haberse identificado con prontitud. Tenían historias clínicas odontológicas, tenían tratamientos, amalgamas, que se pudieron haber identificado, si esa historia la hubiesen diligenciado totalmente. Nada más colocaban amalgama cruzal en tal diente. Y con un solo dato no se puede hacer el cotejo odontológico. Por eso se demoró con el ADN', afirma Barraza.
Es obligación
Hallan un cuerpo en condición de no identificado. Unas personas creen que se trata de un familiar suyo que está desaparecido hace días. El reporte de la prensa indica que tiene tatuajes en los dos antebrazos.
Los que sospechan que se trata de su ser querido se acercan a Medicina Legal. En la oficina de Trabajo Social le piden varios documentos, entre estos la historia clínica odontológica.
¿Pero dónde voy a conseguir eso? Es la pregunta que se hacen. Pues sencillo, si su familiar alguna vez fue al puesto de salud del barrio o alguna EPS así sea por un dolor de muela, allí deben tenerla.
'Esto es obligación de todo consultorio odontológico, dictada por la Ley 38 de 1993', explica la doctora Barraza. La mencionada ley, en el artículo primero, dice que 'a partir del 1 de Enero de 1993, en todos los consultorios odontológicos, tanto públicos como privados será obligación levantar una carta dental (Historia Clínica Odontológica)'.
'Por eso el llamado a todos los odontólogos. Cuando atiendan a un paciente, así sea por primera vez, o por una cotización, la obligación es hacerle la historia clínica odontológica con una descripción completa y detallada de la estructura dentaria. Porque ese documento puede ser un medio de prueba. Un elemento antemortem', afirma Barraza.