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En el momento en que iniciaban sus actividades normales del día, cuando algunos padres se dirigían a sus empleos y otros acompañaban a sus hijos a sus diferentes escuelas, un macabro hallazgo alteró la pasividad de la mañana de ayer en un sector deprimido del barrio La Luz.

A las 6 de la mañana, una cabeza humana tirada en el medio de una corta calle destapada, como si tratara de un elemento más de los residuos sólidos que allí abandonan, se convirtió en el suceso que conmocionó a los residentes de la calle 7 con carrera 15A, en inmediaciones a un caño.

Temor y desconfianza eran las emociones que se podían adivinar en las tímidas miradas de los vecinos, a los que les tocó lidiar con el inusitado suceso. Entre dientes y a media voz, contaron que durante la madrugada y parte de la noche no sintieron ni escucharon nada extraño ni sospechoso.

'Eso fue horrible, estaba llevando al colegio a la hija mía en la mañana y estaba eso ahí tirado. Mejor dicho, uno no se explica qué es lo que pasa por aquí, esto está invivible', contó una vecina que no quiso revelar su identidad.

'Uno tiene que encerrase temprano por acá porque si no lo terminan jodiendo a uno. Los niños que iban para el colegio tuvieron que ver eso tan feo; hombre, eso no tiene nombre. Hace 15 día ahí mismo mataron a otro tipo, ya uno vive por aquí es por necesidad', expresó otro de los residentes de esta zona.

Los familiares. A escasas cuadras del hallazgo, en otro sector de callejones y callejuelas destapadas del mismo barrio, en una vivienda enrejada, ubicada en la carrera 16A No 11-41, familiares de Jhony Javier Suárez Cabarcas, de 19 años, habían confirmado lo peor.

La temprana visita de las autoridades los alertó sobre el posible paradero del joven aprendiz de mecánico de motocicletas, que había salido desde la 2 de la tarde del miércoles y no regresó esa noche como era su costumbre.

El joven deja a una mujer en estado de embarazo y, de acuerdo con las autoridades, no tenía anotaciones penales.

'En estos dos días yo si lo vi preocupado, pero como él era muy reservado no sabemos qué era lo que pasaba. Y la Policía estuvo acá y la mamá está en este momento en Medicina Legal, y ese es mi nieto', comentó Nicolás Antonio Cabarcas, abuelo de Suárez.

La muerte y la violencia no es primera vez que toca la puerta de esta familia. La Policía informó en su momento que Janier Suárez, el mayor de tres hermanos (Jhony era el segundo), fue asesinado a tiros cuando se encontraba en la transversal 10 con calle 12, barrio La Chinita. En el hecho también perdió la vida Jorge Andrés Rodríguez.

El crimen sucedió hace un año, a finales de este mismo mes. Ambos presentaban anotaciones judiciales.

Desmembrados. En Barranquilla entre 2013 y 2014 se registraron una serie de asesinatos en los que se empleó una inusitada sevicia y extrema violencia.

El 16 de junio de 2013 fue hallado desmembrado el cuerpo de Reyneiro Márquez Duque, de 28 años, en la vía que comunica el barrio Las Flores y el corregimiento La Playa. El 9 de julio de ese mismo año igual que en el caso de Suárez Cabarcas, fue hallada en el barrio San Roque, la cabeza de José Luis Rodríguez Herrera, de 35 años; el 19 de julio en Siape, se encontró descuartizado el cuerpo de Óscar Sánchez Pérez, de 37 años; el 22 de septiembre, fue hallado en similares condiciones el cuerpo de Andrés Lozano Yepes, en un sector de Brisas del Río y el 7 de noviembre en Rebolo, a Édgar Ariza Orozco.

En 2014 el primero de los macabros hallazgos se realizó el 23 de junio, en el barrio La Chinita, en esta ocasión fue hallado el cadáver desmembrado de Alexánder Barrero Crespo, un adolescente de 17 años, quien era conocido en la zona con el apodo de Álex Bareta.

Este año solo se tenía registro del hallazgo del cuerpo desmembrado de William Manotas Suárez, de 33 años. Sucedió el martes 8 de abril, en el barrio Villanueva, suroriente de Barranquilla.

Un tatuaje con el nombre de su esposa muerta fue la clave para que las autoridades identificaran los restos de Suárez. Su compañera sentimental fue asesinada de una puñalada en el cuello, en una vivienda del barrio La Luz.

'No hay casas de pique'. El coronel Juan Carlos Nieto Aldana, subcomandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla,señaló ayer que 'se han enfocado todos los esfuerzos para esclarecer estos hechos'.

Agregó que es demasiado pronto para ligar este hecho a un caso concreto, y que hacen falta elementos de información como las circunstancias de modo, tiempo y lugar en que se ejecutó.

A la pregunta que realizó este medio, sobre si en Barranquilla se están estableciendo las llamadas casas de ‘pique’ o si este crimen obedece a retaliaciones entre bandas criminales (bacrim), Nieto contestó de manera rotunda que no.

'No se puede hablar de casas de ‘pique’ en Barranquilla, recordamos recientemente el caso de alias el Oso, Elkin Bladimir Olivo, quien evidentemente había producido un homicidio y había desmembrado un cuerpo, esa persona en este momento estás privada de la libertad', aseveró.

Luego añadió que las unidades anti bacrim, que a nivel nacional trabajan por parte de la Fiscalía, no reportan la existencia actual en Barranquilla de esos grupos.

Lo cierto es que los habitantes del sector del barrio La Luz, en donde se hizo el escabroso hallazgo, tuvieron ayer un amargo comienzo de mañana que por un buen tiempo no se les va a borrar de su memoria.