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Dos velones rojos están encendidos en una mesa redonda cubierta con un mantel blanco, en el fondo de la casa del barrio La Esperanza donde los vecinos amanecieron reunidos por el hecho que hoy 'enluta' a Baranoa, Atlántico. 'Vea, esto por aquí no se ve, esto es muy sano, y que maten a una muchacha así nos tiene consternados', dice uno de los habitantes refiriéndose al asesinato de Dayana Solano Sanjuán, una joven de 20 años que a las 6:00 de la tarde del lunes salió de su casa para un grupo de oración y no regresó.

'Aquí no había luz, pero Dayana estaba desesperada porque iba tarde para el grupo de jóvenes de la casa de oración Loma Fresca, al que asistía desde hacía un tiempo. Yo le dije que no se preocupara, que aún tenía tiempo, pero cogió una moto en la esquina y se fue. Ya no la vimos más', recuerda Mónica Sanjuán, tía de la víctima.

A las 11 de la noche la familia salió a buscarla por todo el municipio, pues aseguran que ella no tenía la costumbre de irse sin avisar, pero no encontraron respuestas. Las compañeras del grupo católico no la vieron llegar y los vecinos no tenían información de su paradero. 'Llamamos a todas las personas que creíamos que podían saber algo, pero nadie la había visto. El novio también estaba tratando de comunicarse con ella, sin embargo, no atendía el teléfono, estuvo apagado por unas horas. Fue a buscarla y no la encontró, estuvo con nosotros hasta las 2 de la mañana esperándola', agrega Sanjuán.

En la estación de Policía les informaron a los familiares que debían esperar 72 horas para que se hiciera efectiva la denuncia por la desaparición y que era necesario que llevaran una fotografía para su búsqueda. A las 5:00 de la mañana, cuando fueron a llevar el retrato, las autoridades les dijeron que los celadores habían hallado un cadáver en la parte de atrás del comedor del colegio Julio Pantoja Maldonado, contiguo al parque de Espejos de Agua. 'Era ella. Estaba sobre un muro blanco con la mitad del cuerpo arriba y los pies colgando, semidesnuda, solo tenía la blusa. En su cara se veían unos morados y golpes; las gafas que usaba estaban al lado de su cuerpo hinchado', explica Jennifer Silvera, prima de la joven que se había graduado de salud ocupacional.

Antes de irse para el grupo de oración, Dayana había estado todo el día buscando unos documentos en la EPS para hacerse un TAC en Sabanalarga por un problema en la piel –según indica Mónica–. Le pidió dinero a su papá para salir y antes de 5:00 p.m. ya estaba de regreso.

'Le dije que me iba con ella para Loma Fresca porque no sé dónde queda, pero no quiso porque tenía una diligencia que hacer. Me dijo: ‘Si tú supieras, te tengo que contar algo’, pero entró alguien y no me pudo decir. A las 9:00 de la noche ya el celular estaba apagado, pero tipo 12 lo volvieron a prender y desviaban las llamadas. Ella siempre estaba activa en Facebook, por eso fue que nos desesperamos', agrega Carla Silvera, otra de las primas con las que se crio en la misma casa.

Los vecinos entran y salen de la vivienda, en la que las caras de dolor y desasosiego se encuentran de frente; llegan y dan el pésame a los seres queridos de Dayana. 'Quisiéramos tener certezas de qué fue lo que pasó, porque ella no era de irse así sola por ahí. Creemos que se fue con alguien conocido, porque al lugar donde la llevaron no se llega fácil. Ella tuvo un novio que siempre la acosaba y hasta la amenazó una vez, le dijo que si no era para él, no era para nadie. Creemos que él tuvo algo que ver porque no se ha aparecido por aquí y la familia lo niega'.

Carla dice que para que el hombre, que tiene 26 años, la dejara de molestar, debieron ir sus padres a pedirle que la 'dejara tranquila'. 'Ella nos decía que él la molestaba, la acosaba, que si la veía en la calle, le tiraba la moto. Tenía como una obsesión. Si no es como nosotros pensamos, por qué no está aquí. No lo hemos visto más, supuestamente anoche estaba en su casa, pero nunca salió'.

La familia Sanjuán no quiere que digan que este fue un crimen pasional, sino que sea visto como un feminicidio. 'Ella era una joven hogareña y destacada. Esto fue un feminicidio y queremos que el responsable sea juzgado así, que no tenga ningún beneficio en la pena y que pague por lo que le hizo a mi prima'.

Dayana Lucía estaba en proceso de buscar sus prácticas para afianzar los conocimientos de su carrera técnica. El próximo 26 de diciembre la familia Solano Sanjuán no festejará una nueva vuelta al sol de la mayor de sus dos hijos, y hoy solo quieren saber '¿qué pasó?'.