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Por Donald Santis Zúñiga

Mientras Edinson Cuadrado Marriaga sigue postrado en una cama de la clínica Santa Ana de Barranquilla, luego de ese comentado ataque de un perro de la raza bull terrier, en un hecho que tuvo lugar pasado sábado 27 de julio al interior de una vivienda en el municipio de Soledad, en redes sociales hay un debate sobre qué pudo haber sacado de control al animal para que destrozara el rostro del veterinario.  

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Frente a eso, EL HERALDO consultó a voces expertas, entre estas a veterinarios y médicos cirujanos, quienes opinaron sobre la agresión del animal y, además, sobre la grave lesión sufrida por la víctima.

La veterinaria Cristina De la Puente señaló que entre el gremio se ha comentado el suceso en los últimos días y algunos profesionales coincidieron en que “no se observa una mordida de un perro”.

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Desde su punto de vista al veterinario Cuadrado Marriaga “le tuvieron que haber hecho algo, lo tuvieron que haber sedado y definitivamente no fue el perro”.

“Ni la mordida, ni cómo está la forma de la herida, se ve así como una mordida de un perro. Es decir, se hizo una disección básicamente del rostro, se ve quemadura en los bordes y, adicional, cuando un perro muerde, sobre todo con el tamaño de la mandíbula, ya sea cachorro o adulto, normalmente coge partes de la cara que sean fácil para ellos de agarrar: nariz, labios, pelo…”, manifestó De la Puente.

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La veterinaria agregó que “por muy ebrio que esté, que es la historia que se conoce, uno mete manos ante un ataque. Entonces no hay rastro de mordida ni en manos, ni en mejillas, ni en nariz”.

Ante una versión que circula en redes, sobre una herida que habría tenido el veterinario y fue el supuesto detonante del ataque, la experta reveló: “Yo tengo 19 perros en mi casa, yo me he raspado, yo me he caído, y nunca un lamido termina en una mordida con exposición de piel y hueso”.

Y finalizó “es mucho más sencillo decir que fue un perro, porque no habla, nunca va a poder defenderse, a que fue una persona”.

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Por otro lado, Sthephanie Rolong, otra veterinaria contactada por esta casa editorial, expresó que a la raza bull terrier la tienen en un “concepto erróneo y está siendo estigmatizada de la manera incorrecta”.

“Considero que este caso está bastante dividido porque en realidad no se ha confirmado que haya sido el canino el agresor de esta persona directamente. No creo que la mascota haya atacado al hombre, las heridas parecen producto de otra cosa. Pienso que este tipo de acusación sin comprobar nada, lo único que hace es menospreciar a esta raza”, afirmó Rolong.

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Por otro lado, Angélica Villanueva, médica cirujana, aportó su punto de vista respecto a los casos que ha tratado en su quirófano y la lesión sufrida por el veterinario Edinson Cuadrado.

“Para mí le hicieron algo más y la manera más fácil de zafarse es colocar a un perro el cual no se puede defender. Parece más una herida corrosiva, hecha por químicos. La lesión por mordedura es muy diferente, por lo menos los globos oculares se ven quemados, no se ven ni los nervios, ni los vasos. Cuando son arrancados o mordidos se ven a simple vista lo que mencione”, finalizó la mujer.