El coronel Carlos Julio Pineda, director regional del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), reconoció que se presentaron fallas en el control a la detención domiciliaria que pesaba contra Alberto Mario Cabrera Barrios, alias ‘Ñeco’, señalado de asesinar al director regional de Medicina Legal, Eduardo Enrique Pinto Viloria (ver infografía).
El funcionario admitió también que se confirmó la fuga del presunto sicario porque EL HERALDO y otros medios de comunicación publicaron su nombre el lunes de la semana pasada, 27 de junio.
'Hay 4.387 internos entre detenciones domiciliarias y prisiones domiciliarias, además de vigilancia electrónica, y las visitas las realizan tres funcionarios que tiene la Penitenciaría de El Bosque y tres de la Cárcel Modelo. Los controles se hacen con los medios logísticos y humanos que tenemos a nuestra disposición', dijo Pineda.
De acuerdo con el funcionario, en un día se realizan como máximo cuatro visitas o revistas a las personas con esas medidas, labor en la que son apoyados por la Policía. Además, esos mismos servidores del Inpec apoyan la custodia de los internos que permanecen en los establecimientos de reclusión.
El directivo anunció que se indagarán por responsabilidades individuales para establecer si se cumplieron los procedimientos y protocolos, aunque aclaró que la culpa 'no es tanto institucional del Inpec, sino de la personas que adquieren un compromiso con la justicia y con la sociedad de no trasgredir la medida que les impuso un juez'.
¿Cómo se fugó?
Cabrera Barrios, alias ‘Ñeco’, fue capturado en flagrancia el pasado 30 de diciembre en el barrio La Paz, suroccidente de la ciudad, luego de cometer un atraco en una peluquería ubicada en la carrera 13 con calle 108.
Al día siguiente fue presentado en audiencia ante un juzgado 9 penal municipal, por una fiscal delegada ante la Unidad de Reacción Inmediata (URI), que le imputó los delitos de hurto calificado agravado y porte ilegal de armas de fuego, cargos que el detenido no aceptó. Se declaró inocente.
EL HERALDO conoció detalles de la diligencia en la que el despacho impuso la detención domiciliaria a Cabrera, debido a que la fiscal solicitó esa medida con el argumento de que no tenía anotaciones penales.
La delegada alegó, además, que el arma utilizada en el hurto no tenía municiones, sino 'dos cartuchos, los cuales ya habían sido percutidos (disparados)'.
Visitas, tras arrestos
Con la domiciliaria a cuestas, ‘Ñeco’ fue trasladado el 6 de enero por guardias del Inpec a la dirección que él y su defensa suministraron: la calle 119 con carrera 11K, barrio El Pueblito.
Allí debía permanecer para cumplir la decisión, pero la primera visita de control se dio solo a los cinco meses, el 9 de junio. Ese día, los guardias a cargo no lo encontraba en la vivienda.
Y solo el 28 de junio, 19 días después, el Inpec denunció la fuga ante la Fiscalía, tras haberle hecho tres visitas más: 25, 27 y 28 de junio.
Los controles se realizaron después de el nombre de Cabrera se publicara en los medios, a raíz de que el 23 de junio fueran capturados sus presuntos copartícipes del homicidio de Pinto: Jesús Gutiérrez Arrieta, alias Chucho; el taxista Miguel González Reales, y el chofer de Pinto, Johan Beltrán Ulloque, hoy detenidos en la Penitenciaría de El Bosque.