La Policía Metropolitana de Barranquilla adelanta las pesquisas para identificar a los autores y los móviles que rodean el asesinato del patrullero de la Sijín Gerson José Piñeres Porto, de 39 años de edad, ocurrido en la tarde del sábado 8 de junio en una cancha del fútbol del barrio Villa Katanga, en Soledad.
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Los hechos ocurrieron hacia las 12:50 p. m., mientras Piñeres Porto acompañaba a su pequeño hijo en un partido de fútbol. El investigador, en día de permiso porque se preparaba para realizar el examen de ascenso, fue atacado por un pistolero a un costado de la cancha. Decenas de niños y padres de familia fueron testigos del hecho.
Una de las primeras reacciones fue la del brigadier general Herbert Benavidez, comandante de la Policía Metropolitana, quien confirmó en un comunicado una recompensa de hasta 50 millones de pesos por información de los autores del atentado, de quienes se alcanzaron a captar algunas imágenes a través de cámaras de video-vigilancia.
Entre las primeras hipótesis manejadas por los investigadores se evaluaba el tema de un presunto asalto. Pero esta versión se fue diluyendo y tomó fuerza la de un atentado que iba dirigido directamente para el uniformado.
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En ese sentido, EL HERALDO conoció que las indagaciones arrancaron a partir de la labor de Piñeres Porto en la Unidad de Estupefacientes de la Sijín, de la cual hacía parte.
Investigadores empezaron a rastrear casos que eran llevados por el detective, entre estos decomisos de estupefacientes de estructuras criminales con fuerte presencia en Barranquilla y en Soledad.
Otra de las líneas de investigación que este medio estableció está ligada a la verificación si la muerte de Piñeres Porto tendría relación con la del patrullero de la Policía Metropolitana de esta capital, Jaider Gregorio Amador Quessep, de 32 años, ocurrida el pasado viernes 17 de mayo en el sur de la ciudad.
El uniformado, quien hizo parte de la Unidad Antinarcóticos de la institución armada y ahora era el encargado de la vigilancia de la carceleta de la Estación El Bosque, fue tiroteado mientras visitaba a su familia en San Luis, un humilde barrio de la localidad Metropolitana de Barranquilla.
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Amador Quessep había llegado en una camioneta último modelo Mazda CX30, de placas JVX-743. Aparentemente este salió de la vivienda familiar y en ese momento fue abordado por un pistolero.
Toda la acción cometida por el criminal quedó registrada en un video de una cámara de vigilancia. El asesino le disparó por la espalda al policía y este, en un intento por ponerse a salvo, trató de ocultarse detrás de otro automóvil parqueado en la zona. No obstante, el criminal lo persiguió y lo remató en la cabeza.
En su momento, la misma Policía, de manera interna, manejó la versión de que el uniformado Amador Quessep estaba “presuntamente vinculado con actores delincuenciales que tienen presencia en el área metropolitana de Barranquilla”.
Hasta ahora por este caso no ha habido resultados.