Compartir:

John David Pallares Matos llegó a la vivienda de su pareja sentimental, en el barrio La Paz, para llevarla de vuelta a La Esmeralda, donde residían, pero antes de que esto sucediera un sujeto desconocido apareció en la casa y lo asesinó de seis balazos.

El hecho ocurrió a las 8:50 de la noche en la calle 105 No. 14-89. Según informaron fuentes judiciales, un individuo se asomó por la ventana de la residencia y llamó por su nombre a John David, quien desprevenido atendió la ‘visita’.

'Sin decirle más nada, sin importar que hubiera más gente en la sala, el homicida desenfundó un arma de fuego y le propinó los balazos, uno de esos en la cabeza'.

Pallares Matos, de tan solo 18 años, cayó en tendido en el suelo. Fue cuestión de segundos para que se desangrara. 'El pistolero corrió y se escapó con un cómplice que lo esperaba en una motocicleta. La comunidad no dio mayores detalles de los criminales', continuó la fuente.

EL HERALDO dialogó con los familiares de John David Pallares Matos, quienes explicaron que el joven llevaba una vida sin problemas o amenazas, al menos nunca contó que tuviera pendientes en la calle.

'John terminó el bachillerato el diciembre pasado allá mismo en el barrio (La Esmeralda). No se metía con nadie, solo pensaba en estudiar para ponerse luego a trabajar, porque tenía a la mujer embarazada (siete meses), jamás imaginamos que le pudiera suceder esto', lamentó John Jairo Pallares Mejía, padre del occiso, quien acudió a Medicina Legal para gestionar la entrega del cadáver.

'Todo es muy doloroso. Ayer (viernes) hablamos a eso de las 2 de la tarde, antes de irme para el trabajo, me pidió 2 mil pesos, ¿pa’ qué?, no sé, seguro para comida, porque no era de vicio, cuando me entero en la noche que me lo habían matado', continuó Pallares Mejía, de 36 años.

Siempre risueño

En redes sociales como Facebook amigos cercanos de John David Pallares Matos lamentan su muerte. Es común encontrar mensajes que apuntan a la falta que hará una persona feliz, que alegraba sus entornos.

'Era un hijo excelente, un gran hermano y como amigo creo que era igual. Lo conocían por lo risueño que era, hablaba con todo el mundo y siempre ofrecía una sonrisa', añadió el padre del ultimado.

'Le gustaba salir a tomar licor, pero siempre con personas conocidas, era muy cuidadoso con ese asunto', finalizó Pallares Mejía.

La Policía Metropolitana de Barranquilla solicitó a la comunidad en general que si conocen alguna información que permita dar con la captura de los homicidas que se comuniquen a la Línea 123, absoluta reserva.