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'¡Hay que dolor, me dejaste solita mijita! ¡Se tiene que hacer justicia, ese hombre tiene que pagar¡ Mi niña tan buena que era, tan tranquila. Ella no tenía nada que ver con ese problema y me la mataron', clamaba entre lágrimas y sollozos Cleotilde Cuenta, la madre de Diribeth Ortiz Cuenta*, la menor que murió tras ser impactada por una bala perdida en el barrio Rebolo, el pasado domingo.

Una especie de calma tensa, dura, casi física, que bailaba en el aire y que casi se podía atravesar con un cuchillo, se percibía ayer en la carrera 29 con calle 21, el sector donde ocurrieron los hechos.

Recibiendo prolongados abrazos que estaban cargados de una profunda pena, la afligida madre atendía las condolencias de vecinos y conocidos. De fondo, una fotografía de la pequeña, ampliada y colgada en la pared, velaba en silencio la tristeza de la familia.

En esa zona de Rebolo no se hablaba de otra cosa que del fallecimiento de esta adolescente que en la mañana de ayer, en vez de estar tirada en una camilla con el cuerpo inerme y el alma ausente, debería estar junto a sus compañeros de séptimo grado ocupando uno de los pupitres del nuevo colegio del barrio Montes.

Los confusos hechos en los que perdió la vida son materia de análisis y de investigación por parte de la Fiscalía.

Cindy Johana Carvajal, la actual compañera de su padre, afirmó que una de las últimas frases que escaparon de la boca de la niña fue: '¡Papi, papi, me quemaron!'.

Carvajal asegura que estas palabras fueron pronunciadas por la adolescente después de sentir el estruendo de dos detonaciones de arma de fuego.

'Teníamos el portón cerrado. Cuando sonó el primer disparo ella asomo la cabeza como mirando para el portón y después del segundo disparo dijo eso y se desplomó en el mecedor'.

La hermana mayor de la adolescente, Juli Cuenta, manifestó que el padre de la menor, Gabriel Ortiz, se encontraba ayer reunido con un abogado, tratando de adelantar una denuncia para que se esclarezca la identidad de quien disparó el proyectil que le segó la vida a su hija. 'Yo nunca la voy a olvidar -anotó-, mire que ella era la que más peleaba conmigo'.

Por su lado, Ana, otra hermana de la menor, comentó que dormían juntas y que ya le está haciendo mucha falta. 'Ahora lo que queremos todos es que se haga justicia y que el responsable pague por lo que hizo' afirmó.

En casa de su padre, donde Diribeth llevaba 15 días pasando vacaciones, hay un estrecho, corto y enmohecido callejón, que conserva el rastro de su sangre adherido a sus paredes. A escasos pasos de ese viejo callejón fue que se accionó el arma que escupió el proyectil que no solo terminó con las ilusiones y los sueños de su pequeña hermana, sino que a la vez les dejó un vacío, un dolor y una impotencia a todos los que la querían.

Diribeth Ortiz Cuenta, joven muerta y Cleotilde Cuenta, madre de la menor.

Empellones y ‘trompadas’. De acuerdo con con Javier Carvajal, testigo presencial de los hechos, él junto a siete amigos más del barrio se encontraban sentados en la terraza de la casa ubicada en la carrera 29 No. 20-29, cuando cuatro patrulleros de la Policía llegaron a capturar a un joven que estaba con ellos.

'Llegaron a llevarse a un primo dizque por un atraco y de una llegaron estrujando y golpeándonos, y nosotros respondimos. Ahí hubo empellones y ‘trompá’, y cuando uno de nosotros le dio una ‘trompá’ a un ‘tombo’ este se puso hacer disparos. Hizo dos tiros primero, nosotros nos defendimos con piedras y palos. Cuando la niña salió herida todo el mundo se le fue encima al ‘tombo’ ese', relató Carvajal.

La Fiscalía investiga. Según el general José Vicente Segura, comandante de la Policía Metropolitana, la Fiscalía ya inició en proceso de investigación de este caso. También recordó que los patrulleros arribaron al lugar para ejecutar un procedimiento, pero fueron recibidos con violencia y resistencia.

El comandante aseguró igualmente que se adelanta un proceso penal y otro disciplinario para establecer quien accionó el arma de donde salió el proyectil que le quitó la vida a la menor de edad.

*La familia aclaró que su nombre era Diribeth, no Lilibeth como fue publicado ayer.