En Barranquilla, un tanto lejos de su natal Ciénaga, Walter Junior Amador Almanza, según la Policía un peligroso delincuente que hacía parte de la lista de los más buscados en el Magdalena; creyó que podía estar a salvo de sus enemigos, pero hasta aquí lo persiguieron y lo mataron.
El crimen ocurrió a las 10:28 de la mañana de este miércoles, cuando salía del hotel Nueva Esperanza, situado en la calle 42 con carrera 35. Dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta le dispararon.
Walter Junior, como era conocido, iba en compañía de su compañera sentimental; quien llevaba en brazos a un niño de 3 años, al parecer su hijo. La mujer y la criatura resultaron ilesos. Según testigos, el asesino le dijo a esta que se hiciera a un lado, y enseguida disparó contra su objetivo. Le propinó dos balazos, uno en la cabeza y otro en el antebrazo derecho.
Los asesinos escaparon a toda velocidad en dirección a la carrera 34, mientras que la mujer, aterrada por la escena, corrió hacía la habitación del hotel donde estaba hospedada.
Las primeras pesquisas arrojan que Walter Junior estaba hospedado en otro hotel de la zona, distinto al de la mujer. A este acababa de llegar en un vehículo, que tras el atentado huyó del lugar.
La Policía revisó la habitación del hotel en el que estaba la mujer, y encontró un revólver calibre 38 con cuatro cartuchos, 12 tarjetas simcard de propiedad del ahora occiso, y 800 mil pesos en efectivo.
El miércoles se conoció que el pasado 22 de mayo Walter Junior Amador Almanza, de 32 años, había sido víctima de un atentado en la avenida Santa Rita, en Santa Marta.
Esa vez resultó herida Evelyn Pardo Villa, a quien Walter Junior Amador tomó como ‘escudo humano’ en medio de la lluvia de balas que le disparaban.
Las autoridades presumen que su presencia en Barranquilla era para huir a sus enemigos.
Se identificaba con otro nombre
Al momento de la inspección al cadáver, miembros de la unidad de levantamiento de la Sijín, adscrita a la Policía Metropolitana de Barranquilla, le hallaron una cédula a nombre de Camilo Andrés Canosa Giraldo, de 29 años. Esta persona cuenta con tres anotaciones en el SPOA por los delitos de concierto para delinquir, amenaza, como indiciado; y falsedad en documento público.
Pero esta no era una identidad falsa. Según investigadores samarios este hombre tenía como nombre de pila el de Walter Amador, y así lo registraron sus padres, pero cuando cumplió su mayoría de edad tramitó una cédula original en Cúcuta con el nombre de Camilo Canosa.
Para la ley este último terminó siendo su nombre verdadero.
Tiempo después sacó otra identificación en Ciénaga con su nombre de pila inicial.
Durante la entrevista de los investigadores a la compañera sentimental, testigo principal del asesinato, se pudo conocer que Walter Junior había salido de la cárcel de Cúcuta hace un año, allí había pagado una condena de seis años por concierto para delinquir.
Un criminal de ‘grueso calibre’
Sobre Walter Junior Amador Almanza se conoció que desde muy joven se vio inmerso en acciones delictivas y criminales. Las autoridades lo vincularon como miembro de la banda criminal ‘los Nevados’, que operaba en Ciénaga y Santa Marta bajo órdenes de los mellizos Miguel y Víctor Mejía Múnera.
Las investigaciones de la Sijín lo señalan como responsables de varios homicidios, entre estos el de Judith Farides Álvarez Hernández, funcionaria del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía. Este hecho ocurrió en septiembre de 2007 en Santa Marta.
Así mismo lo indiciaron en ese mismo mes de asesinar al campesino Marcelino Domínguez. Poco después al patrullero Julio Avendaño Cantillo, al expolicía Néstor Cantillo Escalante y al pensionado José Arévalo.
En Marzo de 2008 se conoció que había acabado con la vida de Henry Sandoval Becerra, hijo de Luis Sandoval, un exconcejal en Ciénaga.
Días después habría matado a Leonel Valencia Maldonado, presunto testigo de la muerte de Sandoval.
Pese a que tenía varias sindicaciones por homicidios, en su contra no pesaba ninguna condena.
Actualmente pesaba contra él una orden de captura por concierto para delinquir. En un tiempo se le vinculó con la banda criminal ‘los Rastrojos’, y ahora estaba delinquiendo por su cuenta.
Para evadir el cerco de las autoridades Walter Junior cambió de apariencia física durante los últimos años.
Sobre el asesinato de esta persona la comandante de la Policía Metropolitana de Santa Marta, coronel Sandra Vallejo, declaró lo siguiente.
'Teníamos como objetivo estratégico dar captura a Walter Junior, pero no se dio ante este hecho, que es lamentable por ser una vida humana', dijo la oficial.
Agregó que 'él era un mito de inseguridad, y con su muerte no voy a permitir que se vuelva a levantar alguien más para amedrentar a la comunidad'.
Los restos mortales de Walter fueron sepultados este jueves en el cementerio Calancala de la capital del Atlántico.