Agradecida con Dios se encuentra Carmen Cecilia Hernández Valdez tras sobrevivir al ataque con una cuchilla que le propinó su excompañero Johnatan Cervera Igirio, un comerciante de 30 años. La mujer asegura que volvió a nacer.
La agresión ocurrió el jueves a las 7:15 de la mañana, en la casa ubicada en la carrera 21B número 75-140, barrio Nueva Colombia, suroccidente de Barranquilla.
En diálogo con EL HERALDO, Hernández dijo que sintió 'mucho miedo' mientras era atacada, por lo que se encomendó a Dios para que la protegiera.
'No lo perdono porque si llego a perdonarlo, la próxima vez me mata y yo no quiero una próxima vez', indicó la mujer con la mano derecha en su pecho, como haciéndose una promesa.
Carmen convivió 'casi cinco años' con Johnatan, pero desde hace año y medio se fue a vivir a casa de su mamá por los maltratos verbales a los que la sometía.
'Me fui porque él estaba presentando mal comportamiento, consumía drogas y andaba en malos pasos, por eso decidí no vivir más con él porque ya empecé a tener miedo y si me mataba ¿quién cuidaba a mis dos hijos?', reflexionó la agredida, de 25 años.
El jueves fue la primera vez que Cervera la agrede físicamente, pese a haberla amenazado el año pasado debido a que asistió a una fiesta. 'Me dijo que como me viera, me iba a sacar los dientes', recordó la víctima.
Una excusa
Cervera fue a la casa de la mamá de su expareja, con el pretexto de entregarle dinero para el transporte del hijo que tiene con ella, de 4 años. Por eso ella le abrió la puerta.
Una vez adentro, Carmen se dirigió al patio a tender la ropa que había lavado, pero no se percató de que el hombre había dejado la reja y la puerta entreabiertas.
'Sacó la cartera y enseguida sacó algo del bolsillo, pero como estaba ocupada no me percaté qué era; vi que partió algo y le pregunté qué tenía en la mano, pero se la puso atrás y me dijo que no tenía nada', contó.
Acto seguido, Johnatan le preguntó si ya no iba a vivir más con él, si ya la había perdido y la respuesta de ella fue un 'no' rotundo.
'Me descuidé y se me abalanzó; forcejeé con él como pude, en el momento no sentí ardor ni dolor, pensé que me iba a echar algo en los ojos porque no le vi nada en las manos y cuando me vi, estaba llena de sangre'.
Hernández gritó y Cervera huyó. Un amigo la subió en una moto y trasladó al Camino La Manga, donde los médicos le tomaron 35 puntos de sutura en la mejilla izquierda, el cuello y cerca de la ceja derecha.
'Uno no se puede quedar callada con estos casos porque, a veces, por quedarse calladas pasa lo que pasa', advirtió la mujer.
El comerciante se entregó el miércoles, horas después del ataque, en la URI. Ayer fue presentado por un fiscal, ante un juez de control de garantías, por el delito de lesiones personales. Al cierre de esta edición, la audiencia no había terminado.
'Cadena perpetua'. Para Zandra Vásquez Hernández, secretaria de la Mujer y Equidad de Género de la Gobernación, lo ocurrido a Hernádez es un caso 'aberrante e imperdonable'.
La funcionaria señaló que 'debería existir la cadena perpetua para los agresores', para que sirva 'de ejemplo'. 'Los castigos tienen que ser severos; mientras no haya castigos severos vamos a continuar con las mismas situaciones', señaló Vásquez.