“Regresa a casa. Yo sé que ella no está muerta”, ese es el clamor de Gloria Torres, una madre que desde el pasado 11 de mayo viene buscando a su hija Isamar Johanna Algarín, de 28 años, quien salió en ese entonces de su casa en el barrio Los Olivos I, y no volvió a tener comunicación con sus seres queridos.
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Han sido 30 días verdaderamente duros para ella. Un completo calvario. Son varias las veces que sus tres nietas —hijas de Isamar— de 11, 6 y 4 años respectivamente, le han consultado por el paradero de su mamá. Una pregunta aún sin respuesta. “Solo les digo que está trabajando”, reveló a EL HERALDO.
“Lo que le diría a mi hija en estos momentos, si tuviese la oportunidad, es que yo la quiero mucho, la amo, así como ella nos quiere y nos ama a nosotros. Regresa a casa con tus hijas. Yo sé que no está muerta. Seguro le dieron algo que le borrara la mente, o la tienen en algún lugar incomunicada. Isamar no acostumbraba esto, no es así. Ha pasado un mes y aún no sé nada”, afirmó con notable preocupación.
Todo se desencadenó, según el relato de la familiar, cuando un amigo llegó a buscarla en su vivienda para que lo acompañara a comprarle un regalo a su madre. “Tú sabes más de eso, no nos vamos a demorar”, fue la excusa que la logró convencer luego de negarse por el cansancio que le trajo un largo día de labores en su hogar.
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Resultó que esa persona terminó siendo parte de una supuesta banda delincuencial al servicio del Clan del Golfo, capturados en una redada liderada por agentes de la Seccional de Investigación Criminal, Sijín, alrededor de las 7:00 de la noche de la fecha mencionada. En ese operativo terminó aprehendida Isamar.
“Me la pasé llamando a mi hija toda la noche. Le marcaba, le dejaba mensajes y nada. El domingo tampoco. Luego fue que nos enteramos de esa captura. Fuimos a la Sijín y una funcionaria nos confirmó que fue detenida. Sin embargo, descubrieron que no tenía nada que ver y la dejaron en libertad a eso de las 9:00 p. m.”, contó la madre asegurando que otro agente le justificó que no iba a tener respuesta a esas llamadas porque el celular de Algarín fue incautado para posteriores indagaciones. “Nos dimos cuenta que ella no tenía nada que ver con esa banda, la llevaron al lugar con engaños. Por eso quedó en libertad. De hecho, nunca la habíamos visto”, le llegaron a mencionar.
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En la minuta de entrada y salida del lugar donde fueron retenidos se encuentra la firma de Isamar Johana. Algo que comprueba su aparente retirada del sitio. ¿Hacia dónde fue?, esa es la pregunta que todos se hacen. Los guardias no le prestaron mucha atención a su siguiente destino, el centro no tiene cámaras de seguridad y los vecinos se negaron a colaborar con los respectivos videos.
Gloria Torres ha recorrido cielo y tierra para encontrar a su hija. Organizó marchas, repartió volantes, pidió ayuda en la misma Sijín, puso la denuncia ante el CTI de la Fiscalía, nada de eso ha dado resultado hasta el momento. No se ha rendido, aunque ya son pocos los funcionarios los que le responden las llamadas, pese a comprometerse desde un inicio a darle la mano.
“Nadie me da razón. He repartido volantes y me he metido hasta por donde venden droga, nadie la ha visto. Ella no es de andar mucho en la calle. Siempre que podía se comunicaba conmigo, pero en esta ocasión ni un mensaje en Facebook. Yo pido disculpas si llego a incomodar, pero solo quiero saber qué pasa”, exclamó.
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“Si las autoridades están colaborando con la búsqueda, díganme la verdad de lo que está sucediendo. Yo creo que ya es para que hubiese aparecido. No me siento ayudada, la verdad es que no”, agregó.
Aún con las lágrimas que le ha costado esta desaparición, hay algo dentro del corazón de Gloria Torres que le dice que Isamar Johanna no está muerta. “Como corazón de madre siento que no”, finalizó. Todos los días imagina su figura volviendo a entrar por la puerta de su hogar.
Para los interesados en brindar información sobre el paradero de esta mujer pueden comunicarse con el número 3022727494, Cuerpo Técnico de Investigación Seccional Barranquilla.
