Ante la grave crisis por la escasez de comida y agua en la Alta Guajira, los indígenas wayuu volvieron a elaborar cacimbas, una práctica ancestral para encontrar agua que consiste en la elaboración de pozos artesanales con escaleras de barro. Para ello están cavando a la orilla del mar, con el fin de encontrar así sea un poco de agua que les calme la sed.
Así lo afirmó Juan Lucas Ruiz Tromp, un docente del internado de Puerto Estrella, corregimiento de Uribia, donde solo está llegando un carrotanque diario procedente de Nazareth, el cual no alcanza para abastecer a los 2 mil habitantes que hay.
Según la radiografía que nos presenta de lo que sucede en la región, la situación es crítica y en poco tiempo se les acabará la poca comida que tienen.
Agrega que hace casi un mes no llegan alimentos, porque los transportadores que la traían, solo llegan con pasajeros, debido a las restricciones en Venezuela, desde donde proviene casi todo lo que se consume en la zona de frontera.
'Estamos en crisis porque no entra nada de allá, pero también por la sequía, que tiene a los jagüeyes sin agua y hasta el lago del Pato que nunca se secaba, ya quedó sin nada. Los estudiantes ya casi no tienen nada que comer y lo que se cocina tiene que ser en leña, porque tampoco hay combustible', relata el profesor wayuu.
Tromp dice que solo les queda arroz, que los animales se están muriendo de sed y que es difícil ir hasta Uribia a buscar comida, que queda a siete horas de camino. Afirma que además se prevé una gran deserción del internado, porque no se va a poder cumplir con la ración alimentaria para los 200 alumnos que hay.
Las comunidades están sufriendo debido al desabastecimiento en la región.
El secretario de Gobierno de Uribia Rubén Almazo complementa la información de lo que pasa en la Alta Guajira y afirma que la situación se agudiza cada día más por la suspensión del intercambio comercial entre las dos naciones.
El funcionario dice que eran 600 los camiones que llegaban cada mes con comida para proveer a los habitantes de la Alta Guajira, que en su mayoría viven en rancherías bastantes dispersas, pero con las medidas adoptadas en el vecino país, no ha llegado ninguno.
'Son dos las cooperativas que transportan alimentos y al no funcionar, comienza también a presentarse el desempleo. A esto se le agrega la falta de agua, porque no ha llovido en mucho tiempo, lo que afecta la salud y la educación, desencadenándose una grave crisis que tenemos que enfrentar', aseguró.
De Venezuela también llega el combustible y el desabastecimiento ha generado deficiencia en el servicio de agua a través de los 42 acueductos veredales que se encuentran instalados en la zona, además del racionamiento de energía principalmente en los centros de salud.
Movilización para ayudar a los hermanos wayuu. El análisis de lo que está sucediendo en la Alta Guajira, sobre todo en las poblaciones fronterizas con Venezuela, es obligatorio y seguramente se hará después, pero de manera urgente las poblaciones wayuu necesitan asistencia alimentaria y de agua para evitar que se presente una hambruna con graves consecuencias.
La situación fue alertada por la Defensoría del Pueblo a nivel nacional, pero el personero de Uribia Enrique Barros, también había manifestado su preocupación por lo que estaba sucediendo.
De ahí en adelante lo que vino fue la movilización de las autoridades locales, departamentales y nacionales, para ayudar a las poblaciones de Puerto Estrella, Cabo de la Vela, Bahía Hondita, Punta Gallinas, Bahía Portete, entre otras.
El alcalde de Uribia Abel Giacometto Fominaya se trasladó a Bogotá donde logró que la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) ayudara con apoyo logístico y técnico.
En el municipio se instaló una sala de crisis donde se realizan reuniones periódicas y se van a recepcionar las informaciones, así como las ayudas que van llegando.
Por su parte, la gobernadora encargada de La Guajira, Sugeila Oñate, informó que muy pronto llegarán 7 mil toneladas de alimentos por parte de la UNGRD y combustible que donará la Dian de lo que decomisa a los contrabandistas.
'Este es un plan de choque para enfrentar de manera urgente la crisis, pero lo que queremos es que se busquen alternativas definitivas porque no podemos depender de Venezuela, ya que ese es nuestro problema', indicó la mandataria.
Aseguró que el presidente de la República, Juan Manuel Santos, está comprometido con lo que está pasando en La Guajira y por eso se enviará toda la ayuda necesaria a esta región.
En Riohacha, jornada de ayuda. Con el fin de llevar alimentos a los wayuu de la Alta Guajira, la administración municipal de Riohacha adelantará una solidaria campaña este lunes en el parque Simón Bolívar.
Según el alcalde Rafael Ceballos, la colecta de alimentos no perecederos comenzará a las ocho de la mañana.
En la Alta Guajira los jagüeyes están secos.
'La meta es recoger inicialmente 30 toneladas de alimentos y para ello hacemos un llamado a la ciudadanía, las empresas privadas e instituciones a hacer su donación que será llevada hasta Uribia y de allí repartida a toda la Alta Guajira', indicó el mandatario.
En la jornada estarán presentes, además del alcalde, la gobernadora encargada Sugeila Oñate, el alto consejero para Asuntos Políticos Fahian Al-Fayes y el ministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta.
Murieron 23 niños el año pasado
Estos momentos son críticos para La Guajira, sin embargo el problema del hambre y la desnutrición, son casi que cotidianos. Hoy el 59.1% de los hogares del departamento está bajo inseguridad alimentaria y la desnutrición crónica en niños menores de cinco años es de 27.9%. El año pasado se murieron 23 niños por desnutrición y este año ya va una muerte por ese motivo. Esta fue la razón para que por lo menos 200 indígenas wayuu se tomaran las instalaciones del ICBF en Riohacha para preparar de manera urgente la mesa de concertación en la que se discutirán sus propuestas basadas en la solicitud de autonomía para la conformación de planes alimentarios y nutricionales. Los líderes opinan que la comida no está llegando donde tiene que llegar y por eso piden un cambio en la forma en que se manejan estos programas nacionales y departamentales, en los que se invierten millones de pesos. Los wayuu recibieron el apoyo del pueblo zenú, que se solidarizó con la grave situación que están viviendo en estos momentos.