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La joven de 20 años y su pequeño hijo de cuatro meses que fueron asesinados en área rural Riohacha, en el departamento de La Guajira, fueron identificados como Karen Elena Povea Marino y como Manuel Santiago. Sus cuerpos fueron encontrados este miércoles, a las cinco de la mañana, en el Puente Guerrero, ubicado en el kilómetro 85 en la vía entre la capital guajira y Santa Marta.

La Policía informó que los cadáveres fueron hallados gracias a información de indígenas que viven en una comunidad cercana que pasaban por allí y también por objetos que facilitaron constatar la relación madre-hijo. Ella tenía un disparo en su cabeza y el menor estaba a unos 50 metros dentro del arroyo Guerrero con golpes en su cara y cabeza.

Según medios locales, a Karen Elena la bala la impactó en la sien derecha y le salió por la parte izquierda.

La joven, de 20 años, tenía señales en una de sus manos de haber sido canalizada, porque tenía el parche que colocan en los centros hospitalarios para evitar un sangrado.

El comandante de la institución coronel Alejandro Calderón Celis informó que Karen salió hacia las seis de la tarde del martes con su novio, quien pasó a recogerla a su casa en el barrio Las Villas, donde vivía con su madre y sus hermanas, porque iban a realizar un mandado en el corregimiento de Camarones, a unos quince minutos de Riohacha.

'Después de eso no sabemos qué pasó y es lo que estamos tratando de establecer con la pareja de la joven, contra quien pesan las primeras sospechas', aseguró el oficial.

Se conoció igualmente que la joven cuando salió de su casa le dejó el celular a su hermana menor y le dijo que lo tuviera en su poder, 'por si algo me pasa'.

Efectivamente el coronel Calderón indicó que en el celular de la víctima se encontraron unos mensajes de texto que están siendo analizados por la Policía Judicial, para establecer si tienen relación con su muerte y la de su bebé.

En la ciudad hay total consternación, porque la víctima era muy conocida.

Su madre Patricia Marino trabaja en la Red de atención a víctimas de desplazamiento del Sena Regional de La Guajira.

La joven en estos momentos no estaba trabajando, pero un familiar indicó que pronto se iba a trabajar a Valledupar.