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No ha sido nada fácil para el departamento de La Guajira llegar a sus 50 años de vida administrativa teniendo en cuenta los momentos difíciles por los que ha atravesado por culpa de las malas administraciones, las cuales han impedido que esta zona de la Región Caribe crezca a la par de su riqueza natural. Esa es la conclusión a la que llegan investigadores e historiadores locales.

Porque, pese a que este territorio de 20.848 kilómetros y 930.000 habitantes es rico en gas y carbón, problemas como la desnutrición y la falta de agua siguen siendo dos de los principales retos en los que hay que seguir trabajando para evitar que continúe la crisis humanitaria en sectores distantes como la Alta Guajira. Para el gobernador José María Ballesteros, la solución a los problemas estructurales e históricos del departamento no se pueden resolver tan rápidamente. Sin embargo, confía en que a través de los 36 proyectos que están siendo ejecutados en estos últimos 18 meses de su administración, logren minimizar algunas de las debilidades y potencializar sus fortalezas. 'Debemos mantener el rumbo para lograr los resultados, pero tenemos que unirnos para que La Guajira refleje lo hermosa que es', dice.

Acceso al agua

Este es el principal reto que tiene La Guajira, ya que ninguno de sus 15 municipios tiene agua potable permanente. Para esto es necesario consolidar el proyecto multipropósito de la represa del río Ranchería, para el cual el Gobierno Nacional ha afirmado varias veces que tiene los recursos necesarios para hacerlo. En estos momentos solo un sector del centro de Riohacha cuenta con el servicio las 24 horas del día y si se cumplen los propósitos de la represa, nueve municipios podrían contar con el agua potable, beneficiando a unos 350 mil habitantes del departamento. Igualmente se debe buscar solución permanente a las comunidades indígenas dispersas en la Alta Guajira, las cuales han padecido durante muchos años por la falta de agua, especialmente en épocas de sequía como la que se está viviendo en la actualidad.

Cultura y turismo

En estos momentos en que Riohacha fue declarada Distrito Turístico y Cultural, La Guajira tiene una gran oportunidad para potencializar sus bellezas naturales, la magia que encierra el territorio wayuu y los sitios más representativos de esta región. El turismo de experiencias y el etnoturismo podrían ser los pilares del renacer económico del departamento, si sus dirigentes actúan de manera inteligente y aprovechan esta gran oportunidad. En cada temporada turística, La Guajira es visitada por unas 15.000 personas, cifra que podría aumentarse si se acude a una buena promoción, a una capacitación permanente y a unas inversiones importantes para lograr convertirla en un gran polo de desarrollo turístico. Un gran potencial para ofrecer es la inmensa riqueza cultural que tiene el departamento donde confluyen varias etnias como la wayuu, la wiwa, kogui y arhuaca, además de la música vallenata y la rica la gastronomía tradicional.

Salud y educación

La administración departamental tiene un gran reto y es el Documento Red de los hospitales de La Guajira, el cual se encuentra en el Ministerio de Salud listo para ser aprobado y lograr así la recuperación de los centros de atención en los quince municipios del departamento. Fueron trece años en los cuales se intentó muchas veces consolidar este propósito, pero que se frustró muchas veces y que ahora se espera lograrlo. La tarea también está en enfrentar la corrupción y la mala prestación de los servicios de salud por parte de las EPS, varias de ellas investigadas por la Superintendencia de Salud debido a la muerte de 14 niños por desnutrición ocurridas en el 2013. La educación también se considera un reto especial para La Guajira, sobre todo en las áreas rurales, donde los estudiantes deben estudiar en medio de grandes dificultades por la falta de infraestructura y de recursos para llevar a cabo un proceso educativo ideal. Hay inversiones que están en marcha, dirigidas a los centros etnoeducativos en los que estudia la población indígena, aunque también debe incluirse la calidad en los planes futuros en esta región del país.

Medioambiente

El gran reto en La Guajira es lograr que el medio ambiente sea compatible con la explotación minera, la cual ejerce su influencia en varios municipios del departamento donde se encuentran las empresas explotadoras. A la par de que avanza la producción de gas y carbón, las autoridades ambientales deben garantizar el cuidado del recurso natural, ya que aunque las empresas explotadoras cumplen con los lineamientos a nivel nacional, hay comunidades inconformes con los efectos de la minería. Además, el departamento es una región altamente vulnerable por lo que se han evidenciado procesos de desertificación y sequía, que han sido atribuidos a la explotación de los recursos naturales. Los ecosistemas son frágiles, aunque hay tres parques naturales y alrededor de nueve áreas protegidas por Corpoguajira, quien estudia la posibilidad de declarar otras más para evitar que sigan siendo vulneradas.

Crisis humanitaria

El hambre es uno de los graves problemas que tiene el departamento de La Guajira, sobre todo por las consecuencias que ha generado como la muerte de niños por desnutrición, cuyas cifras han sido objeto de debate en diversos escenarios en los que se han conocido diversas interpretaciones sobre el tema. Lo cierto es que existe un problema que es multicausal y debe ser enfrentado de la misma manera, a través de las diferentes instancias para lograr al menos disminuir los índices de mortalidad, no solo de infantes, sino de madres maternas. Es pertinente que haya un articulación en todas las acciones que se llevan a cabo, además de un enfoque totalmente diferencial teniendo en cuenta los usos y costumbres de la etnia wayuu, la más afectada con la problemática. Las cifras no deberían ser el tema de discusión y los responsables, incluyendo entidades, padres, gobiernos y líderes, deberían trabajar en las soluciones.