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Desde hace un año cuando el gobierno de Venezuela tomó la decisión de cerrar la frontera con Colombia durante la noche, en Paraguachón la actividad comercial desaparece, pero el contrabando continúa con el mismo ritmo de siempre.

Asì lo afirman quienes venden comida, cambian bolívares y ofrecen llamadas en el sector denominado La Raya, por donde transitan los camiones con mercancías de contrabando sin que haya ninguna clase de control por parte de autoridades, ni colombianas, ni venezolanas.

La tensión que se vive por estos días en que hay temor por el cierre del paso fronterizo parece disiparse en la noche y la tranquilidad solo se interrumpe por el paso de las 'moscas', las motos que van delante de las camionetas tipo 350 detectando la presencia de las autoridades o cualquier puesto de control.

Segùn una comerciante que no quiso identificarse, todas las noches pasan entre tres y cuatro caravanas con gaseosas, cervezas, vìveres, artículos de aseo y toda clase de mercancía. 'Los camiones salen por una trocha aquí cerquita y circulan por toda la vía entre Paraguachón y Maicao como si nada', indicò.

El que vende carne y pollo asado solo dijo que se llamaba Eugenio y que había llegado hace unos diez años al pueblo procedente de Còrdoba. Afirma que 'la cosa se puso mas dura desde que cerraron la frontera de noche, nos han perjudicado es a nosotros y los contrabandistas siguen igual'.

Cuando son las cinco de la mañana ya hay pasajeros de lado y lado de la frontera esperando para cruzar y antes que salga el sol los comerciantes abren sus negocios y ponen los puestos esperando compensar lo que no hacen de noche.