Julio, un expendedor de gasolina de contrabando en el municipio de La Paz, al norte del Cesar, que lleva más de cinco años en el negocio, dice que en todo este tiempo es la primera vez que se registra una escasez del combustible venezolano tan 'brava' como la que ocurre por estos días. Los controles de la Policía y el Ejército en ambos lados de la frontera prácticamente le cerraron el ‘chorro’ al flujo de combustible ilegal desde La Guajira hasta esta localidad considerada ‘emporio’ de la actividad.
Negocios mayoristas de gasolina de contrabando en La Paz cerraron temporalmente, mientras que para poder tener algo de ganancia se unen hasta 10 ‘pimpineros’ (vendedores minoritarios) en un solo punto sumando la cantidad suficiente para atender la poca demanda que aun sigue llegando a pesar de que el precio del galón se incrementó en un 100%.
'Antes una caneca de 10 galones costaba hasta 35.000 pesos, hoy nos toca venderla en 70.000 para poder tener alguna rentabilidad. De esto depende la mayoría de la población, porque aquí no hay fuentes formales de empleo', indicó este hombre que a diferencia de hace unas tres semanas cuando todavía la actividad era dinámica, ahora permanece la mayor parte del tiempo sentado, a la espera de clientes.
Dijo que 'los taxistas ya no vienen a tanquear de Valledupar, prefieren echar gasolina nacional que está a 6.400 pesos el galón, mientras que en la ciudad se consigue a 8.000 pesos y, aquí donde éramos los principales surtidores, ahora cuesta 7.000 pesos. Lo mismo ocurre con los particulares, aunque siguen llegando'.
Otro de los ‘pimpineros’ consultados sobre esta situación le contó a EL HERALDO que 'aquí no está entrando ni el 20% de lo que antes ingresaba. La Policía y el Ejército se han tomado las trochas, inmovilizan las ‘moscas’ que son los carros que van delante de las caravanas del combustible ilegal para avisar si en el camino hay retenes y así paran las filas de vehículos cargados con combustible venezolano. Hasta si usted lleva una caneca más se la quitan, solo puede transportar la que tiene el tanque'.
El panorama es diferente hoy en el municipio de La Paz. De las grandes cantidades de canecas expuestas a lado y lado de la carretera principal y de sus calles, ya son pocas las que quedan, en una lucha por mantenerse como medio para sustento de cientos de familias en esta población que pasó de tener una vocación agrícola y conocida por la producción de almojábanas al comercio ‘frentero’ del combustible de contrabando.
De esta forma, el lucrativo negocio ilegal de la gasolina de contrabando, por estos tiempos dejó de ser rentable. Incluso ya no es competencia para el combustible nacional, pero para los expendedores informales la situación es preocupante. 'Aquí no podemos echarnos mentiras, la gente en La Paz vive y mueve su economía de este negocio del contrabando, entonces ahora qué vamos a hacer', sostuvo uno de los ‘pimpineros’.
Por una caneca de 6 galones que venda un expendedor minoritario se gana $1.000 y por una de 10 galones $1.500. 'Ahora las ventas han caído prácticamente en el 80%. Los controles de las autoridades se intensifican en La Guajira, sobre todo de Fonseca para acá', puntualizó.
Por La Paz se estima que ingresaban unos 10 millones de galones de gasolina venezolana al departamento del Cesar. Hoy según lo miran quienes están en el negocio no entran ni 2 millones, de ahí el desabastecimiento y el incremento de los precios.
Ante esta situación y por un eventual cierre de la frontera con Venezuela, el presidente de la Cámara de Comercio de Valledupar, José Luis Urón, planteó la posibilidad de un aumento del cupo de gasolina colombiana para esta capital, teniendo en cuenta que actualmente el tope mensual es de 2 millones 536 mil galones, los que resultarían insuficientes si se tiene en cuenta que la mayoría de los vehículos se surten de la gasolina de contrabando.
Aristóbulo Cortés, vocero de las estaciones de servicio de Valledupar, consideró que es apresurado solicitar un incremento del cupo de combustible cuando aún no se registra desabastecimiento en la ciudad. 'Nosotros estamos funcionando normalmente, es más acabamos de recibir el cupo de septiembre que apenas está comenzando, creo que se debe esperar, porque esto es cíclico y posiblemente se llegue a un acuerdo para superar la crisis que se vive con Venezuela'.
Ofensiva al contrabando
La Policía Fiscal y Aduanera en el Cesar reportó que se mantiene una fuerte ofensiva al contrabando de combustible que ingresa a este departamento por La Guajira. En la última semana, el reporte es de 23.000 galones de gasolina y Acpm incautados, 31 capturados y 51 vehículos inmovilizados.
De acuerdo con el capitán Pedro Isaza, comandante de la Policía Fiscal en el Cesar, los operativos se concentran en cuatro puntos clave en las vías que comunican con los corregimientos del norte de Valledupar y el sur de La Guajira.
Es así como en uno de los golpes más recientes en la carretera que de La Guajira conduce al corregimiento Varas Blancas, en el municipio de La Paz, fueron decomisados 2.580 galones de Acpm y 60 de gasolina de contrabando que eran transportados en un camión, que quedó inmovilizado y su conductor capturado en el operativo.
En otra acción, la Policía en la vía que de Valledupar conduce al corregimiento Río Seco, interceptó un vehículo que transportaba 1.200 galones de gasolina venezolana, mientras que a la altura de la trocha conocida como Guacochito, en el norte de esta capital, fueron incautados 7.200 galones de Acpm ilegal.
El capitán Isaza sostuvo que 'tenemos identificadas cerca de 192 trochas que utilizan los contrabandistas desde la frontera por La Guajira para traer combustible a este territorio. Los operativos y labores de inteligencia han permitido debilitar esta actividad ilícita en el departamento'.