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La búsqueda del niño de la etnia indígena wiwa, quien desapareció el viernes en la tarde después de ser arrastrado por la corriente del río Jerez cuando se desplazaba en una mula junto a un tío mayor de edad, terminó este mediodía, cuando su cuerpo fue encontrado sin vida a cuatro kilómetros desde donde desapareció.

El triste hallazgo lo hicieron los organismos de socorro, luego de rastrear la zona con dirección a la Troncal del Caribe.

La Policía y la Defensa Civil habían iniciado el barrido de la zona desde el viernes, luego de una denuncia de la comunidad indígena, quienes señalaron que para llegar a su resguardo deben caminar ocho horas y atravesar el río varias veces, y que tenían varias horas sin saber de sus familiares. Ese día no encontraron rastros del menor de cuatro años y del adulto mayor por lo que reiniciaron la búsqueda desde las siete de la mañana.

Fernando Ortiz, director de la Defensa Civil en La Guajira señaló que luego de encontrar el cuerpo sin vida del menor, se suspendió la búsqueda del adulto quien no fue encontrado después de terminar todo el recorrido del río.

Añadió que la comunidad ha informado que el hombre al parecer fue visto en Dibulla y hay varios indicios de que pudo salir del río, versión que tomó fuerza luego que su cuerpo no fuera encontrado. 

Cerca al lugar donde desaparecieron, encontraron una mochila que pertenece al desaparecido, quien es hermano de la mamá del menor muerto.

Estas personas de la etnia indígena wiwa, viven en la comunidad Gomke, en estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta. Luego de este suceso, los indígenas contaron que desde hace cuatro años solicitaron un puente colgante, pero a la fecha no les han solucionado nada. Luego de esta tragedia esperan que los ayuden con esta problemática.

En la búsqueda del menor se unieron varios grupos de voluntarios de las poblaciones de Mingueo y Palomino, corregimientos pertenecientes al municipio de Dibulla. La Policía Nacional realizó el levantamiento de cadáver del niño.

En La Guajira, con la muerte del menor wiwa, aumenta a dos el número de víctimas mortales por el invierno. El primer caso se registró en Uribia cuando una persona murió arrastrada por el arroyo de Tawaira.