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Con un sencillo ritual, la investigadora del grupo indígena del CTI, Marcela Parra, comenzó la entrega de los cuerpos de cinco niños wayuu muertos por desnutrición en el municipio de Manaure, en La Guajira.

La funcionaria explicó que fueron unos minutos de silencio arrodillada ante estos pequeños cadáveres para simbolizar el compromiso que tenía el ente investigador de devolverlos después de haberlos exhumado para su análisis en el marco de la investigación que se lleva a cabo en este departamento por la muerte de niños por desnutrición y como parte del cumplimiento de las medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Uno de los cuerpos entregado a su familia fue el de un pequeño que contaba con seis años de edad y que murió en abril de este año. Él hace parte de los 69 menores que han fallecido por esta causa o enfermedades asociadas en el departamento de La Guajira en lo que va corrido del 2016.

Su madre no dejó de llorar durante los 90 minutos que duró la ceremonia que se llevó a cabo en la Asociación Shipia Wayuu.

'Él nació con los pulmones pequeñitos y estaba enfermo, pero no aguantó y murió', fue lo único que dijo la madre poco después que le entregaran el cadáver.

Javier Rojas líder de la asociación y peticionario de las medidas cautelares a la CIDH también se conmovió durante el acto y dijo entre lágrimas que lo único que quería era que se supiera la verdad sobre la muerte de estos niños.

'Sabemos que esto ha sido por el abandono del Estado y por eso estamos también exigiendo que se conozcan los verdaderos responsables de estas muertes en nuestras comunidades', expresó.