A las 12:25 p.m. de un jueves del mes de marzo, el comerciante Sulaiman Sulaiman, propietario de un almacén de ropa para niños en Maicao, no había hecho 'el nombre de Dios', como le llaman a la primera venta que se hace en el día.
'Esto es producto de la crisis que estamos viviendo', afirma el maicaero de padres libaneses, quien dice que hace unos años acostumbraba a vender unos dos millones de pesos diarios, pero que sus ingresos han bajado en un 90%.
Lo que afirma se evidencia en el cierre de muchos almacenes, cuya cifra no ha sido cuantificada por los gremios. Esta situación tiene alarmado a ese 70% de la población de Maicao que, según se estima, depende directa o indirectamente del comercio en ese municipio fronterizo que tiene unos 159.675, según proyección del Dane.
Para tristeza de la gente, en Maicao todos los días amanece un almacén cerrado. Con ello, quedan desempleadas entre tres y cuatro personas, pero también se afectan quienes transportan mercancía y prestan los servicios indirectos al comercio.
Esta situación ha dado al traste con el título de 'la vitrina comercial de Colombia', que se ganó merecidamente Maicao en los años 80, cuando la prosperidad se paseaba por sus calles y la población era visitada por compradores de todo el país y sobre todo de Venezuela.
El comerciante Sulaiman reconoce que está 'asustado' y que siempre ha defendido a Maicao, pero que no se ve un futuro claro. 'Pensar en irse para otra ciudad no es fácil, porque aquí nacieron mis hijos, me conocen en casi todos los barrios y quiero mucho este municipio que me ha dado muchas bendiciones', manifiesta.
Asegura que el Gobierno Nacional debería 'darle más importancia' a Maicao por lo que significó y por lo que aún representa para muchas personas que derivan su sustento del comercio.
Al igual que él, Bassem Yebara dueño del almacén ‘Hay Caramba’, dice que los comerciantes están cerrando los negocios porque no tienen mercancía y porque no hay compradores a quien ofrecerles.
'Muchos se están trasladando hacia otras ciudades; otros buscan otras cosas para hacer y algunos que tienen dos o tres locales se están quedando con uno solo', explica.
Yebara admite también que muchos de los comerciantes no venden nada en el día y se ven en apuros para pagar las cuentas y los créditos bancarios. 'Aquí muchos negocios vendíamos hasta $10 millones al día, ahora en ocasiones hemos pasado el día con $50 o $60 mil', cuenta.
En la calle 13 con carrera 11, zona donde queda el almacén de Yebara, han cerrado 9 negocios. Uno de ellos es el Almacén ‘Negi’, donde vendían equipos de sonidos, bafles, radios y grabadoras. Cerró sus puertas y dejó sin trabajo a seis empleados.
Deiner Ramos tenía cuatro años de trabajar en ese almacén y hace 15 días se quedó sin empleo. 'Ganaba el mínimo y tenía todas mis prestaciones. Ahora cogí un carro para trabajar de taxista porque tengo que mantener a mi esposa y a mi hijo', dice.
Los afectados afirman que la crisis que ha venido padeciendo el comercio del municipio comenzó a agudizarse con el nuevo Estatuto Aduanero, en el que fueron adoptadas medidas que, dicen, impactaron directamente a la Zona de Régimen Aduanero Especial (ZRAE), conformada por Maicao, Uribia y Manaure.
Según explicó el dirigente Álvaro Iguarán en una marcha que se llevó a cabo en marzo del 2015 para protestar por esta nueva normativa, en esta zona se incluyó la factura de nacionalización, la factura de exportación hacia terceros países y desde el momento de su aprobación, entraron en un régimen ordinario que acabó con lo poco que queda del comercio de la población fronteriza.
'Quedamos prácticamente en cuidados intensivos, ya que la crisis nos ha llevado a cerrar muchos negocios y a despedir empleados, lo cual ha incrementado la inseguridad en Maicao', afirmó.
Explicó también que 'esta nueva normativa profundiza las restricciones para todo tipo de mercancía como cacharrería, textiles, llantas, whisky, electrodomésticos, los cuales se podrán importar solo a través de cupos establecidos'.
Cierre en frontera y Puerto Nuevo
La crisis en Venezuela y el cierre de la frontera con ese país en Paraguachón han sido causas determinantes de la crisis en el comercio maicaero.
En septiembre de 2015 cuando el presidente del vecino país Nicolás Maduró ordenó cerrar el paso fronterizo, comerciantes, transportadores, cambiadores de bolívares y vendedores, recibieron la noticia con un baldado de agua bien helada que les congeló las ilusiones que tenían de que la situación cambiaría.
Carlos Crespo, miembro de la Cooperativa de Transportadores de la Frontera, afirma que desde que empezó a regir la medida sus ingresos disminuyeron notablemente, tal como ha ocurrido con el resto de conductores afiliados a la organización.
'Antes me quedaban entre $50 y $80 mil y ahora solo me gano $20 mil o máximo $25 mil, por lo que la situación se me ha puesto dura', aseguró.
Contó que además los afiliados de la cooperativa pasaron de 20 a 10, 'porque muchos se cansaron de esperar que esto mejorara'.
Al cambista Gustavo García le tocó aplicar a los empleos temporales del Departamento de la Prosperidad Social desde que se quedó de brazos cruzados cuando Venezuela cerró el paso fronterizo; sin embargo, estos empleos solo tuvieron una duración de seis meses.
A todo esto se le unió el cierre de Puerto Nuevo por donde ingresaba la mercancía de la Zona de Régimen Aduanero Especial. La Agencia Nacional de Infraestructura lo inhabilitó argumentando el incumplimiento de los concesionados para dotar la infraestructura necesaria.
La concejal del Polo Democrático Liseth Carolina Urieta asegura que 'Maicao está moribunda', recordando cuando esta población guajira era el epicentro comercial de toda La Guajira, la Costa Caribe y hasta de Colombia.
'Con el cierre de Puerto Nuevo los más perjudicados, además de los comerciantes maicaeros, han sido los indígenas wayuu que trabajaban en sus instalaciones, lo que es sumamente grave porque esta situación está directamente relacionado con la muerte de niños por desnutrición, ya que sus padres no tienen cómo darles alimentación', manifestó preocupada la dirigente política.
Sin embargo, la Dian informó, después de una reunión con los comerciantes de Maicao y representantes del puerto, que este será reabierto, pero con el compromiso de que se cumplan algunas condiciones que se establecieron en un documento firmado por los involucrados.
El representante a la Cámara de La Guajira Alfredo Deluque explicó que una de estas condiciones es gestionar ante la Dian la liquidación de la deuda que mantiene el puerto y comprometerse a no generar más deudas.
Igualmente implementar un sistema de identificación física y digital que garantice plenamente el ingreso de las personas, bienes y vehículos a la zona portuaria, instalar una báscula, acondicionar las oficinas de las diferentes autoridades, adquirir paneles solares y poner en funcionamiento una planta eléctrica.
En el documento donde se dejaron establecidos estos compromisos, también se indica que se debe garantizar la conexión al sistema informática aduanero, garantizar la seguridad de la operación, así como de los funcionarios y personas que estén en el puerto.
Maicao, una de las más violentas del país
Adicional a todo lo que está viviendo el municipio de Maicao, las autoridades la han calificado como una de las 20 ciudades más violentas del país.
Aquí el año pasado se registraron 91 homicidios y en lo que va corrido de este año van 19, según informó el director del CTI de la Fiscalía en esta población, Jesús Darío Arzuaga quien estuvo presente en el Encuentro Situacional en el que se analizó la problemática de inseguridad en Maicao y que fue convocado por el alcalde José Carlos Molina para escuchar a la población y acoger sus sugerencias.
En todo el país el año pasado la tasa de homicidio fue de 24,4 por cada cien mil habitantes y en el municipio fronterizo fue de 56,9, lo cual tiene alarmada a la población y a las autoridades.
La comunidad también denuncia que se han incrementado los atracos, asaltos a residencias y retenes ilegales en los 11 kilómetros que separan a Maicao con Paraguachón, hechos que muchas veces no se denuncian a las autoridades.
Es posible que también se quede sin gas
Como si todo lo anterior fuera poco, Maicao también se podría quedar sin gas, debido a que Promigas, la empresa que lo transporta dice que suspenderá este servicio debido a que el gasoducto está deteriorado y las comunidades wayuu no permiten que se le haga mantenimiento.
La entidad afirma que este mantenimiento es requerido para garantizar una operación segura y confiable, condiciones exigidas por la ley y la regulación vigente, pero que Promigas 'ha sido víctima de perturbaciones de toda índole por parte de miembros de algunas comunidades wayuu, asentadas en el recorrido del gasoducto'.
La empresa agrega que a la fecha se han tomado todas las medidas preventivas para disminuir el riesgo de afectación a la población, como la reducción de la presión de la operación al nivel más bajo posible, pero esto ya no es sostenible por el deterioro de la infraestructura.