El Juez segundo penal del circuito de Riohacha condenó a 23 años y siete meses de prisión a un padre de familia que abusaba de su hija desde los cinco años de edad hasta que cumplió los 14.
La demanda fue interpuesta por la misma víctima junto a una hermana menor, quienes estuvieron acompañadas de su mamá. El hombre fue capturado y en audiencia preliminar el 11 de abril de 2014, se le imputaron cargos por los delitos de Demanda de explotación sexual comercial de persona menor de 18 años de edad agravado, acceso carnal violento agravado, acto sexual violento agravado, actos sexuales con menor de 14 años agravado e incesto.
En ese momento el Juez Segundo Penal Municipal de Riohacha quien fungió como Juez de Control de Garantías, le impuso detención preventiva en un centro carcelario.
La menor le narró a la Fiscalía detalladamente cómo y en qué forma su padre abusaba desde que tenía aproximadamente cinco años, situación que fue repetitiva y que no sabía que estaba mal hasta que fue creciendo y se dio cuenta que eso no era normal, por lo que decidió denunciarlo.
La fiscalía pudo demostrar que en el tiempo que el acusado vivió con la víctima, su hermana y su mamá, cometió una serie de actos y comportamientos que encuadran en los delitos imputados.
El ente acusador asegura que las pruebas allegadas indican claramente que el condenado mostró un comportamiento inusual en diferentes situaciones narradas en entrevista forense.
La defensa del padre no presentó ninguna prueba porque el abusador aceptó los cargos y solicitó ayuda psicológica y espiritual por parte del gobierno.
La madre de la menor negó las acusaciones de las hijas y señaló que solo había firmado la denuncia porque sus hijas eran menores de edad y aseguró que no le consta ninguno de los hechos, ya que según la mujer, sus hijas están actuando bajo resentimientos porque su padre las sobreprotegía y era muy rígido con ellas.
No tendrá beneficios. El acusado debe cumplir con la sanción en el centro de reclusión que determine el director del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario -Inpec-, sin beneficio de casa por cárcel, excarcelación o pago de fianza por los perjuicios materiales, morales y psicológicos que le causó a su hija desde los cinco años hasta su adolescencia.
Por: Luz Divina Fonseca.